Los malos resultados del Partido Popular en las pasadas elecciones generales han acelerado sobremanera el cambio de línea estratégica del partido de cara a los comicios autonómicos y municipales del próximo día 26. El PP vuelve a apelar a la centralidad como elemento fundamental de su posición en el panorama político e ideológico de país.
Ha sido un cambio de mensaje muy reclamado por algunos pesos pesados de la formación como Alberto Núñez Feijóo, referencia no sólo para los populares periféricos -donde sin duda alcanza su mayor predicamento- sino también en el conjunto del partido a nivel nacional. En Baleares, este mensaje es el impulsado por el presidente de la formación, Biel Company, y sus cuadros, conscientes del riesgo de que, por primera vez, el PP no sea el partido más votado en la comunidad y sabedores de que las mayores cuotas de apoyo social las ha conseguido el partido con un mensaje de moderación y de atención a las cuestiones -económicas, culturales y sociales- más próximas y cotidianas de los baleares.
Es un interrogante la inercia que pueden dejar los resultados del 28A en las elecciones del 26M. Pero, este rearme ideológico, ensanchando la base por el centro, puede tener un importante efecto de contención y acabar facilitando un óptimo resultado para los populares en comunidades como la balear. En la actualidad, el PP no gobierna ni en el Consolat, ni en los Consells ni en ninguna gran ciudad de las Islas, por lo que puede darse la circunstancia de que a pesar del pésimo escenario que se ha abierto tras el 28A para los populares, los de Biel Company puedan recuperar en Baleares buena parte de los gobiernos y alcaldías que perdieron en 2015.
Para ello, sin embargo, necesitan antes lograr el mejor resultado posible y afianzarse como referencia de centro, imponiendo su propio discurso o, lo que es lo mismo, huyendo de los debates a los que les impulsan otros partidos a ambos lados de su espectro ideológico. Se trata de recuperar la credibilidad del electorado marcando su propia agenda de asuntos, estableciendo distancias con otras formaciones y destacando -sin dejar de lado la humildad y la autocrítica de los últimos días- los logros que la gestión popular ha dejado durante tantos años.