Los cierres de año nos sirven para analizar el comportamiento de la economía, a través de sus indicadores, a lo largo de 365 días. Uno de los indicadores principales y más sensibles son las cifras de paro registrado, que desde diciembre del 2012 vienen reduciéndose en la ciudad de Palma, año tras año, como ha ocurrido también en este último mes del 2016, que nos dejó la mayor bajada en términos porcentuales después de la crisis en Palma, con un descenso en términos interanuales del 14,15%.
De un primer análisis se vería muy bien esta tendencia a la baja del número de inscritos en las oficinas de empleo cada diciembre, pero hay que ser prudentes, ya que los números siguen alejados de las estadísticas de antes de la crisis. Si comparamos con el último año “sin atisbo de crisis”, el final de 2006, actualmente tenemos unas cifras insostenibles. El paro actual, el del 2016, es superior en un 55,7%, 9.389 personas más que en 2006. Aunque este porcentaje nos parece alto, lo que nos indica que el ritmo de creación de empleo es inferior al deseado, es aún peor si nos fijamos en el detalle de los mayores de 45 años.
Primero, porque el cambio de tendencia no fue en 2012. En los hombres ese cambio llegó en diciembre de 2014, dos años más tarde que los menores de 45 años. En el caso de las mujeres hay que añadir un año más, en el 2015.
Segundo y que más tiene que preocuparnos, en comparación al final del 2006, el número de hombres mayores de 45 años es un 118% mayor en 2016, y en el caso de las mujeres un 113%, números que doblan ese 55,7% para el conjunto de hombres y mujeres antes mencionado.
Tanto para hombres como para mujeres mayores de 45 años las cifras se reducen con resistencia respecto a los números globales del paro registrado en las oficinas de empleo, lo que significa que les está llegando más lentamente los beneficios de la recuperación económica, y que nos tiene que hacer prudentes sobre la fortaleza de la misma.
Se ha ido comentando que los efectos de esta crisis durarían diez años, pero visto estas cifras de desempleo, para los mayores de 45 años ese horizonte temporal de una década no será suficiente para su recuperación.