Erase una vez, un Hospital en Palma de Mallorca, que pretendía ser una de las obras más sociales y de más ayuda para todos los ciudadanos de la ciudad.
Pero poco a poco cuando las obras iban avanzando, los costes se disparaban, se encontraban restos arqueológicos, se tenían que hacer puentes añadidos para no entorpecer la visión de no se donde y la sangría de millones que no paraba.
Pasó por el Gobierno el PP, el Pacte de Progrés y nadie le ponía remedio, dicen los entendidos que a la Comunidad le costo unos 300 millones de euros, sobrecostes incluidos, aunque es dificil llegar a una fuente fidedigna.
Pero como todo cuento tenía que tener un final, aunque este no iba a ser un final feliz, al poco de inaugurase ya estaba desbordado, de hecho hoy en día, ya damos por bueno ir a urgencias de ese hospital y esperar de cinco a siete horas, o que nos atraquen directamente en el parking, con unas tarifas abusivas y repulsivas.
Para más descocierto de la ciudad, uno observa que encima, cuando llega una situación en donde algunos de los servicios contratados la pifian y nos engañan como a chinos, dándonos por la presión social un descuento y al mismo tiempo quitándonos minutos gratis a los que teníamos derecho. Cual es la reacción de los poderes públicos, amenazar con sanciones de 12.000 a 100.000 €, cosa que veremos en que queda. Quizás dándole un poco a la cabeza, esas posibles sanciones se podrían revertir en los que hemos pagado tal felonía, volviendo a dar más minutos gratis o incrementándolos, pero eso es pensar por los ciudadanos y quizás sea pedir mucho.
Tal como empezé, tenemos ese hospital llamado Son Espases, dónde al pobrecito que le toque estar, sus familiares lo van a sufrir en sus bolsillo, mientras que en el otro lado de la ciudad está otro, Son Llatzer, dónde es gratis. Incluso en el tema de la televisión, que hasta los presos la tienen gratis, aquí toca pagar. Después me dicen si es peor unos políticos corruptos o inútiles, jajaja.
