Miguel Hernández Gilabert nació en Orihuela en el año 1910. Se formó a sí mismo a partir de las lecturas de los más importantes clásicos de la literatura, sufrió mucho y a través de sus poemas nos fue contando como se sentía, lo que le pasaba.
Escribió desde joven y durante la guerra civil española primero fue encarcelado y posteriormente condenado a muerte en el año 1940, por su participación en la contienda a favor del bando republicano, la pena le fue conmutada por 30 años de cárcel, pero enfermó primero de bronquitis y luego de tifus, que se le complicó con tuberculosis. Falleció en la enfermería de la prisión de Alicante a las 5:32 de la mañana del 28 de marzo de 1942, con tan sólo 31 años de edad. Es de los pocos poetas que le han dedicado su canto a ese humilde y sufrido campesino “El niño yuntero”.
Este poema increíblemente bello y cierto, cargado de sentimiento, sinceridad y pena es, quizás, uno de sus poemas más desgarradores y profundos, pues traslada el sufrimiento que se palpa a un individuo en concreto que además es un niño esclavo de sus circunstancias. Un poema que refleja una época de miseria, aplicable a cualquier punto del planeta.
Leer este poema es, sobre todo, aprender sobre las desigualdades de la época de Miguel Hernández, cuyos hijos, aunque no fueran yunteros, también pasaron hambre y penurias; e interiorizar las palabras del poeta es caer en la cuenta de que actualmente, en nuestros días, también podrían escribirse muchos poemas inspirados en el sufrimiento injusto y evitable de los niños de España y del mundo entero.
Es, quizás, por eso que las palabras, absolutamente desafortunadas, reprochables, de la Secretaria General de Podemos de Andalucía, María Teresa Rodríguez-Rubio Vázquez, afirmando en su cuenta personal de twitter que Bódalo le recordaba al poeta Miguel Hernández, diciendo: “¿Sabéis a quién me recuerda hoy Miguel Hernández? A Andrés Bódalo”, han soliviantado a todas las personas con un mínimo de sensibilidad.
El concejal Andrés Bódalo cuenta con un historial delictivo (al menos en cuatro ocasiones ha sido condenado, en sentencia firme, por un órgano de la jurisdicción penal) llamativamente alto de acciones violentas para imponer sus ideas por la fuerza de sus puños, circunstancia que no impidió que Pablo Manuel Iglesias lo designase como número uno en la lista de Podemos al Congreso por Jaén, aunque no obtuvo escaño, ni que, parte de los líderes de esa formación hayan manifestado de manera reiterada su respaldo hacia este dechado de virtudes pacifistas “modelo podemista”.
La sentencia que ha acabado con sus huesos en la cárcel, la dictó la Audiencia de Jaén el 27 de octubre de 2015 y establecía para él tres años y medio de prisión por un delito de atentado, con la agravante de ser reincidente, por participar en una paliza al concejal del PSOE en Jódar, Juan Ibarra durante una protesta del SAT, “siendo golpeado con los puños por Andrés Bódalo Pastrana” y otro dirigente, y “recibiendo varias patadas” de otras dos personas. Ibarra resultó lesionado con una “contusión costal” y un hematoma e identificó a Bódalo como su agresor, como hicieron varios policías locales. Uno en concreto pudo verlo “dándole un puñetazo en la barriga”.
La anterior condena por atentado de este angelito la dictó la Audiencia de Sevilla en el año 2010 por el asalto que el Sindicato de Obreros del Campo hizo a la Consejería de Agricultura en el año 2005 para exigir la cesión de una finca. Bódalo se encaramó a una barandilla de la azotea y, al grito de “fascistas de mierda, franquistas, cabrones”, lanzó “manotazos y patadas” con gran violencia a los policías que pretendían desalojarlo, provocando contusiones y traumatismos a cuatro de ellos.
Hay dos sentencias más. Una se refiere a una falta de lesiones cuando participó en una batalla campal contra jóvenes de extrema derecha que protestaban por la presentación en Jaén de un libro del diputado de Amaiur Sabino Cuadra. Otra, por un delito contra los derechos de los trabajadores que cometió al destrozar una heladería de Úbeda en el año 2002 para obligar a sus propietarios a hacer huelga.
Que un individuo de esta calaña, que un menda tan violento sea un representante legal por un partido que se llama de izquierdas; que parte de sus líderes defiendan a un tipo con este historial delictivo; que se atrevan a comparar a un pájaro como este con Miguel Hernandez; que no obliguen a este sujeto a dimitir, o al menos le pidan el acta de concejal, esto también es de juzgado de guardia y retrata, mucho mejor que cualquier entrevista televisiva en la Sexta, el tipo de especímenes con los que estamos tratando.