El negocio del futuro

El Gobierno británico prohibirá la venta de alcohol barato en Inglaterra y el País de Gales. Es decir, que las botellas de alcohol destilado, incluida la cerveza de más de 1,2 grados, deberán tener un precio mínimo de venta. Los grandes perjudicados serán las cadenas de supermercados que ofrecían ginebras y vodkas a precios más bajos que el de coste. El Gobierno de David Cameron pretende luchar contra el consumo sin límites de los jóvenes que, al igual que en resto de Europa, se pasan las noches de los fines de semana cogiendo tales cogorzas que anulan su flema británica y demuestran que las drogas anulan el sentido de la realidad hasta situaciones increíbles y muy peligrosas. Se acuerdan del primer caso de balconing en Baleares? Fue en Sant Antoni de Portmany, en Eivissa. Los jovenzuelos se bebían todo lo que podían comprar en las tiendas de la zona y se llevaron esa malsana costumbre a sus pueblos y ciudades. Ahora, allí, les costará tan caro beber que se acabó el coger la melopea. O no. Allí volverán a la venta de alcohol ilegal y empezará el negocio moderno de la venta de botellas. Los chicos y chicas lo compraran en Magalluf o en Sant Antoni. Lo pagaran barato, sobre todo el de peor calidad. Llenarán sus maletas de botellas y las embarcarán en el avión. Así sí que se puede llevarse un par de botellas. Y allí, se lo beberán con la pandilla o lo venderán con un margen de beneficio.

Pero lo malo no es le mercado, legal o ilegal. Lo malo es que volveremos a tener como turistas a pandillas que vendrán a las islas a ponerse ciegos de todo lo que les estimule. Líquido, sólido o transformable en gaseoso, todo lo que les evada será consumido. Como que la historia se escribe para releerla, y en su época llamamos a los turistas que no se gastaban más que lo precios, turistas de alpargata, yo ya les pongo nombre a los futuros que vendrán a bebérselo todo: turistas de botijo, que vendrán a empinar el codo.