La falta de agua potable es un problema que se ha cronificado en una cantidad considerable de municipios de Mallorca.
En marzo del año pasado, mallorcadiario.com informaba que, de acuerdo con datos aportados por el Ministerio de Sanidad, los municipios Ariany, Búger, Costitx, Felanitx, Lloret de Vistalegre, Manacor, Santa Margalida, Santanyí, Sineu y Vilafranca de Bonany carecían de abastecimiento de agua potable. A fecha de hoy, por desgracia, no poder beber del agua del grifo ni cocinar con ella sigue siendo una realidad en Mallorca. Ni siquiera se recomienda su uso para el lavado de los dientes.
La presencia de elementos como nitratos, cloruro y sodio hacen que el sistema de agua público no sea apto para el consumo humano, sin embargo, los ciudadanos afectados no se ven compensados con una rebaja en la factura del agua. Se paga lo mismo que si el agua fuera potable. Una carta indicando que “se lamenta” que el agua no reúna los requisitos de potabilidad es a lo más que se llega.
Las empresas suministradoras indican que no es culpa suya que el agua de los pozos públicos tenga un alto contenido en nitratos, mientras que los alcaldes lamentan que la solución de instalar una planta desnitrizadora es inalcanzable económicamente para muchos municipios.
Siendo así, es natural que muchos habitantes de estos municipios se sientan, directamente, estafados, desamparados e impotentes ante quienes hacen y consienten esta situación: además de no solucionarse el problema, se sigue pagando como agua buena la que no lo es.