A la dirección del Hospital Son Espases le ha faltado tiempo para desmentir al Sindicato de Enfermería y asegurar que “los profesionales sí están formados para atender, en las mejores condiciones, a este tipo de pacientes”, o lo que es lo mismo, a los recién trasplantados que ahora, de repente, llegan a la Unidad de de Reanimación, algo que hasta los mismos enfermeros han desmentido. Están perfectamente formados, sí, pero no en trasplantados renales, ya que hasta ahora iban directamente a otra unidad. Desconocen muchos aspectos a tener en cuenta de este tipo de pacientes, porque no se lo han enseñado, como, por ejemplo, identificar de forma rápida un posible síntoma de rechazo. Y no lo digo yo, lo dicen ellos mismos; es más, están dispuestos a mantenerlo dónde, cuándo y cómo sea necesario. Ahora bien, si Son Espases prefiere desmentir y no formar como toca a sus profesionales es un problema a tener en cuenta, porque cuando los afectados se han dirigido a los responsables del hospital para solicitarles formación específica y urgente en esta materia y no han recibido respuesta, es que algo falla y de forma muy seria. Los profesionales se han hartado y lo han dicho públicamente, porque parece ser que, desgraciadamente, esta es la única forma de que les hagan caso. ¿Recibirán la formación que demandan o la dirección del hospital y los máximos gestores de la sanidad balear preferirán callar y seguir ocupados en otros menesteres, como decir lo bien que funciona todo, visitar cada día una dependencia distinta del hospital y negar lo evidente?
