Los nuevos nombramientos, entre ellos el de Bartomeu Marimón, como nuevo secretario general del Ib-Salut, y el de Antoni Miquel Bauzá, como subdirector de gestión de Gesma, una empresa en vías de extinción, han convulsionado al Ib-Salut, por no hablar de los rumores de ceses que han vuelto a correr como la pólvora.
Del primero, dicen que en el Hospital de Inca tienen emociones encontradas, porque, por un lado, han respirado con su marcha y, por otro, temen la que le puede venir encima con el poder que le da su nuevo cargo, mientras que del segundo destacan sus “grandes méritos académicos y su gran experiencia ” para acceder al puesto, que no son otros que estar en posesión del título de Bachillerato, haber trabajado, al parecer, de celador en Son Dureta, y ser el presidente de Nuevas Generaciones (NNGG) del Partido Popular de Palma.
Claro, que el único requisito para acceder a este cargo de libre designación que, además, tiene un contrato de alta dirección, era estar en posesión del “bachillerato superior o equivalente”, un título que, además, ni siquiera existe, porque hace muchísimos años que desapareció el Bachillerato elemental, aunque tal vez el que redactase la convocatoria ni siquiera se haya entrado. Una elevadísima cualificación para un puesto de tanta responsabilidad y todo un ejemplo de como las cosas siempre pueden ir a peor.
Mientras tanto, cada día aparece un nuevo nombre en la quiniela de los que serán destituidos no tardando mucho, lo que todavía genera más estupor entre los trabajadores, mientras que más de uno avisa de que todavía hay muchos puestos vacantes, por lo que visto el nivel, el siguiente requisito será estar en posesión del título de la ESO.
