La situación que viven los médicos de urgencias de atención primaria está adquiriendo tintes surrealistas, porque la mala señalización de las calles provoca que se pierdan muy a menudo, cuando van a atender una urgencia, así que o el Ayuntamiento de Palma pone el nombre de las calles en la esquina y no a mitad, y bien visible, o el Ib-Salut les compra un GPS, o los facultativos andan por ahí perdidos y, en consecuencia, tardando más tiempo del debido en acudir a un domicilio particular. No sé lo que cuesta rotular las calles como es debido, o la adquisición de GPS para los coches que hacen las visitas domiciliarias, pero lo que no es de recibo es que los unos por los otros, los enfermos esperen más de media hora al médico, cuando la situación es especialmente delicada, con la consiguiente angustia que ello produce. Y casi siempre por la noche o de madrugada.
