La inspección en el Servicio de Traumatología del Hospital de Inca está provocando intentos desesperados por desviar la atención hacia otros temas, por lanzar cortinas de humo sobre la investigación y achacarlo todo a una venganza de algunos de los altos cargos de Salut contra el doctor Antoni Bennàsar por lo sucedido durante y después de las elecciones en el Colegio Oficial de Médicos de Baleares, que le dieron la victoria. Pero la verdad es que esta versión, según sé de muy buena tinta, es más falsa que los euros de chocolate, porque la persona que ha denunciado lo que lleva ocurriendo en ese servicio desde hace tiempo -que después se verá si es cierto o no- es, como ya se ha dicho en otro lugar de este digital, es alguien completamente ajeno a las pugnas colegiales y más bien cercano a las pugnas políticas, que es de donde nace toda esta historia. Que miren los de Traumatología hacia determinado partido, hoy fuera de la circulación, y allí encontraran el origen de esta investigación. Además, y digo yo, si todo está en orden mejor dejarse de lanzar cortinas de humo e intentar justificarse en supuestas venganzas y demostrar con luz y taquígrafos que nada de lo que se ha dicho es cierto. Además, que no se preocupen los traumas que detrás vendrán otros servicios, algunos con personas que ya en el pasado tuvieron algún que otro problema con el Servicio Balear de Salud por prácticas que no se consideraron demasiado ortodoxas. Otra cosa, es que se pueda demostrar lo que es vox populi en el centro hospitalario.
