Últimamente no le salen bien las cosas al segundo máximo accionista y ex empleado del Mallorca SAD. Toda esa fachada de buena persona, discreto, silencioso, formal, etc. se va por la borda cuando no hay luz ni taquígrafos.
Los empleados de los dos últimos lugares donde ha trabajado el ya múltiple ex, IB3 y Real Mallorca SAD (aquí, despedido por segunda vez) conocen las formas de “comunicarse” del personaje cuando las cosas no van como a él le gustan: insultos y “agresiones” verbales en un tono de voz elevado y amedrentador.
Todavía se recuerda con desagrado en los despachos y pasillos de la planta noble de Son Moix, la escena protagonizada por este ex y otro ex (entonces accionista y vicepresidente del club), José Miguel García, por un problema doméstico burocrático. Los que presenciaron la escena dicen que por ambas parte el comportamiento fue “barriobajero” y los gritos se oyeron desde el mismo terreno de juego.
Siendo segundo y luego mandamás en IB3, el ínclito ejecutivo, tenía “acollonados” a todos aquellos empleados y trabajadores que no seguían sus directrices al pie de la letra. Los gritos que profería en las reuniones-encerronas en su despacho se escuchaban hasta en los platós.
En su regreso al club mallorquinista, las malas formas verbales y “gestuales” del accionista-ejecutivo volvieron a hacer acto de presencia. Una de las últimas “actuaciones” fue el día que supo que le iban a destituir: insultó a gritos a Jaume Cladera y Lorenzo Serra.
Pero no ha parado aquí. Hace pocos días el súper ex ha vuelto a “actuar” de manera amenazadora. Ha tenido un encontronazo de los que hacen época con un conocido, al que increpó y puso a “caldo” por ciertas discrepancias.
¿Será la última aparición de este presunto "agresor" verbal?
