www.mallorcadiario.com
'En diez meses de Pedro Sánchez se ha visto un cambio a mejor en España'
Ampliar

"En diez meses de Pedro Sánchez se ha visto un cambio a mejor en España"

Por Josep Maria Aguiló
x
jmaguilomallorcadiariocom/8/8/23
jueves 18 de abril de 2019, 07:00h

Escucha la noticia

El diputado socialista en el Congreso Pere Joan Pons (Palma, 1970) fue uno de los 15 representantes del PSOE que rompieron la disciplina de voto en octubre de 2016 en la sesión de investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno. La mayoría del Grupo Parlamentario Socialista se abstuvo, pero Pons votó "no" a Rajoy. Eso no impide que Pons considere hoy que el expresidente fue «un gran parlamentario». Una de las pocas cosas seguras tras las elecciones generales del próximo 28 de abril es que no tendrá que enfrentarse de nuevo a una tesitura de esas características. En esta entrevista, Pons reivindica el modelo socialdemócrata para hacer frente a los nuevos desafíos del siglo XXI, como por ejemplo la globalización.

¿En qué consiste esencialmente el trabajo de un diputado en el Congreso?

La labor prioritaria de un diputado de Baleares en el Congreso es defender los intereses de la Comunidad. Y eso se hace a todos los niveles, por ejemplo a nivel del grupo parlamentario y también a través de las explicaciones al Gobierno o a los medios. En cada iniciativa, legislativa o no legislativa, la voz de Baleares se escucha. De hecho, antes de cualquier votación ya ha habido un trabajo previo. En primer lugar, como le he dicho, dentro del propio grupo parlamentario, porque no todo el mundo está de acuerdo, y después con los otros grupos o con el Gobierno. Cuando un diputado alza la mano para votar, muchas veces lleva seis o siete meses discutiendo y negociando. Además, están también las preguntas parlamentarias, la asistencia a actos a los que nos invitan y una labor territorial.

Ya veo que se trabaja, sí...

En el caso del Régimen Especial de las Islas Baleares (REIB) recientemente aprobado, he tenido la oportunidad de hablar con media docena de ministros y de explicar el hecho insular a los otros grupos parlamentarios. En ese contexto, me duele especialmente que líderes políticos de Baleares hayan dicho que el Partido Socialista no ha hecho nada en el tema del descuento del 75% para los residentes, cuando nosotros hemos hablado con el Ejecutivo de Canarias y yo he hablado decenas de veces con los diputados del Archipiélago de todos los partidos para ayudar a consolidar esto. En cualquier caso, entiendo también que desde la ciudadanía se nos acuse a veces de que no hacemos lo suficiente, porque estoy de acuerdo, nunca es suficiente. Y para eso estamos, para defender los intereses de Baleares y conseguir lo mejor para la gente de las Islas.

¿Por qué se dedica a la política?

Mi primer momento de conciencia política fue en 1986, con la entrada de España en la Unión Europea. Fue un hecho capital en mi vida. A partir de ahí, mi intención era trabajar en temas europeos. Tras licenciarme en Periodismo y en Derecho, estuve en varios medios. Años después, fui a París, hice un máster y me dediqué a temas de derecho internacional. Luego desarrollé mi labor profesional en la televisión europea y en una ONG importante desde Suiza. Trabajé en temas que me permitían transformar cosas y, por tanto, la política es para mí exactamente lo mismo que hacía antes, tratar de participar en un proceso de cambio, que a veces es un acto de resistencia ante la globalización. Es verdad que la política no lo resuelve todo, pero es un elemento fundamental. Mi paso a la política fue, pues, un acto bastante natural. No fue nada más. De hecho, mi llegada a la política fue con casi 40 años.

¿Debería haber un tiempo límite para ejercer la política?

Yo creo que no hay una fórmula. Hay quien puede estar sólo dos años y ser un político nefasto. Al mismo tiempo, también hay gente que se eterniza de un partido a otro. Pero ese no es el debate, tenemos que elevarlo. La cuestión es si la política sirve como herramienta para transformar la sociedad. Pienso, por ejemplo, que en diez meses cualquier ciudadano de este país ha visto que ha habido un cambio a mejor con respecto al proyecto de Mariano Rajoy. Las políticas del PP durante siete años no fueron buenas para la ciudadanía. Ahora, con Pedro Sánchez, se han hecho por ejemplo unos Presupuestos muy sociales. Creo que eso es lo que tenemos que juzgar, las actuaciones que se hacen y no si alguien está más o menos tiempo en política.

¿A qué atribuye la actual crisis del bipartidismo español y europeo?

Bueno, por una parte, la globalización ha creado ganadores y perdedores. Por otra parte, ha habido una crisis institucional, financiera, económica e incluso existencial en la que se ha mezclado todo. En ese contexto, hay una parte de la sociedad europea que se ve degradada materialmente y también moralmente. A ello habría que añadir que hay unas élites creativas y urbanas que parece que han dirigido el destino europeo, circunstancia en la que mucha gente no se siente reconocida. Las alternativas a esa situación son hasta el momento grandes soflamas, que pretenden recoger la cólera que hoy existe, pero sin aportar soluciones. No he escuchado aún ninguna solución ante esta cólera.

En los mítines parece que está habiendo ya algunas salidas de tono...

Con las soflamas lo que hacemos es empobrecer la democracia, porque lo que necesitamos es que la democracia sea un instrumento de transformación social. Cuando hay tantas soflamas, lo que hacemos es alejar a las personas de la política. Todas esas expresiones que estamos escuchando a veces son producto de una frustración y a veces son producto de una estrategia, que es lo más lamentable. Por eso, desde el Partido Socialista nos hemos propuesto hacer una campaña en positivo. Lo que intentamos es trasladar propuestas, como la de una mejor financiación para Baleares o unos mejores servicios públicos. Creo que eso es lo importante, que podamos hablar en positivo. En ese sentido, la percepción de la ciudadanía es que hoy la única fuerza que dice cosas que permiten mirar hacia un horizonte es el Partido Socialista.

¿Ve viable que los principales partidos se sienten para hablar sobre Cataluña?

Yo creo que la política es diálogo. En España, dentro del marco constitucional, se ha de poder llegar a soluciones. Es cierto que España está en un momento complejo, difícil, pero podemos encontrar soluciones con diálogo, con tolerancia y con respeto a los otros dentro del marco constitucional. A nivel de Europa, existen también problemas complejos, como el cambio climático, el envejecimiento o la inmigración. Son retos, pero al mismo tiempo son también oportunidades, que se pueden resolver con diálogo y con política. Como le he dicho hace un momento, aglutinar la cólera va bien, pero por ejemplo el señor Donald Trump habla de poner muros y no ha puesto ninguno. Hay quienes juegan con la cólera de la gente, pero sin aportar soluciones reales. Las cosas son mucho más complejas.

¿Cuáles son sus propuestas concretas para Baleares?

Todos los partidos de Baleares coincidimos en que tenemos un problema ligado a la insularidad. A partir de ahí, hay que valorar que se ha llegado a un nuevo REIB con Pedro Sánchez. Lo que se tiene que hacer ahora es desplegar la parte fiscal, que no se pudo aprobar porque los abogados del Estado recomendaron que se hiciera a través de una ley. Esto tenemos que hacerlo lo más pronto posible. Por otra parte, tenemos que seguir reivindicando una reforma del sistema de financiación.

¿Cuál sería el principal reto de la Comunidad hoy?

El gran reto de Baleares es la sostenibilidad medioambiental y humana. En ese sentido, quiero recordar que el Govern presidido por Francina Armengol ha sido pionero con medidas legislativas como la ley de residuos o la ley de cambio climático. Para que Baleares sea sostenible humana y medioambientalmente, lo que tenemos que hacer es conseguir más fondos a través de los Presupuestos Generales del Estado. Por tanto, tenemos que seguir batallando por las inversiones en materia de transporte, de cambio climático, de turismo en zonas maduras y lo seguiremos haciendo. Y cuando hablo de sostenibilidad humana me refiero al envejecimiento, los salarios, la salud, la educación o que las familias con niños de cero a tres años puedan tener a sus hijos escolarizados de forma gratuita.

¿Estas elecciones son tan decisivas como se está diciendo?

Es cierto que estas elecciones no son unas elecciones como las otras. Se juega el futuro de Europa, el futuro que queremos. Los modelos de sociedad que se contemplan son dos. Por una parte, un modelo trumpiano o salviniano. Por otra parte, un modelo de progreso, más conservador en unos casos o más socialdemócrata en otros. Hablamos de fractura o de progreso, de involución o de progreso. Entiendo que haya frustración, pero no que se quieran poner muros contra el progreso o que se piense que los problemas se resuelven poniendo un muro. Nos podemos poner un muro así —mira al periodista tapándose los ojos— e intentar encontrar soluciones a los problemas. Pero ponernos un muro así, ante los problemas que hay en casa, en Mallorca, en España y en Europa, nos vuelve ciegos.

¿Tienen más poder los gobiernos o el Fondo Monetario Internacional?

Decir que el mundo lo gobierna el Fondo Monetario Internacional (FMI) es una visión muy trumpiana. Según esa visión, hay una élite que nos gobierna con maldad y nosotros somos súbditos, unos ciudadanos siervos, como decía el filósofo y jurista Norberto Bobbio. Yo creo que la cosa es más compleja. Si retrocedemos hasta los años sesenta, hay que recordar que las pensiones en Europa aún no estaban garantizadas y que todavía había gente que vivía con mucha pobreza. Con posterioridad, hubo un proceso de construcción del bienestar entre todos los actores, incluidos los gobiernos y la Unión Europea. Sin embargo, en los últimos años ha habido un proceso de deconstrucción, derivado de la globalización. Un reciente informe sobre la desigualdad mundial señala que desde los años ochenta la globalización, la velocidad de la tecnología, la interacción o la interconexión han influido negativamente sobre los ingresos de los trabajadores. Esta es una de las cuestiones que tenemos que intentar solucionar ahora.

¿Y qué podemos hacer?

La gente se queja de la crisis, pero luego vota opciones que han primado la austeridad. En ese sentido, me gustaría que la Unión Europea estuviera gobernada por un proyecto socialdemócrata. Estamos viviendo uno de los momentos más democráticos de la historia, pero luego hay gente que piensa que quien toma las decisiones es el FMI y se resigna. El FMI es un actor, sí, pero hay otros muchos actores. Creo que es falso que no se puedan cambiar las cosas. Claro que se pueden cambiar. Yo lo he probado y lo he demostrado fuera de la política. Por tanto, dentro de la política también. Lo que es evidente es que las interacciones y la velocidad de los cambios son cada vez más grandes. Hoy ya no estamos hablando sólo de globalización, sino también de inteligencia artificial, de quién hará el trabajo en el futuro. Ante esto, necesitamos soluciones, como las que le he expuesto a lo largo de la entrevista.

'En diez meses de Pedro Sánchez se ha visto un cambio a mejor en España'
Ampliar
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
1 comentarios