El conseller de Territorio, Energía y Movilidad, Marc Pons, ha confirmado que el proyecto de la línea de alta tensión de Es Fornàs "queda totalmente descartado".
Pons ha presentado los detalles de la alternativa al tendido eléctrico en una reunión celebrada con representantes del Consell de Ibiza y vecinos afectados. Dicha alternativa ya ha sido presentada al Ministerio de Energía.
Según el conseller, la alternativa es "viable y mucho menos impactante sobre el territorio" y ha dicho que "se trata de una actuación técnicamente viable, algo que certifican también los técnicos de Red Eléctrica a los que se han hecho las consultas pertinentes antes de la presentación del proyecto".
El conseller ha afirmado que tras presentar el nuevo proyecto al ministro de Energía, Álvaro Nadal, esperan tener una respuesta definitiva "cuanto antes".
Asimismo, ha afirmado que hay que tener en cuenta el contexto en el que se ubica la nueva propuesta y en el que se destaca que Ibiza ha sufrido "crecimientos muy importantes en los últimos años", lo que provoca un aumento de la demanda que, con la infraestructura actual, no resulta suficiente y puede provocar problemas de suministro, si no se adoptan medidas.
Según el Govern, la principal dificultad actual, además de la demanda, es la de distribuir energía desde la central a todos los puntos de Ibiza, así como la fragilidad del ecosistema, por lo que en caso de cortes en el suministro, el colapso eléctrico se extendería por toda la isla.
Así, según Pons, el principal elemento que se ha tenido en cuenta a la hora de diseñar un nuevo tendido es que las zonas con menos impacto están superpobladas, lo que implica más complicaciones en la intervención.
Desde el Govern han explicado también que la alternativa presentada al Ministerio tiene dos fases: una solución hasta 2020, aplicable desde ahora y que sólo sería posible si se frenara el crecimiento progresivo de Ibiza.
Es decir, ha explicado Pons, si se estabilizara el consumo energético de la isla. Esta actuación implicaría la construcción de una nueva línea subterránea Ibiza-Bossa, proyectada sólo en suelo urbano y maximizando el uso de calles y caminos públicos.
Además, incluiría la ampliación de la subestación de Sant Jordi, que está en terreno no urbano y que supondría una nueva ocupación de aproximadamente 20.000 m2.
Asimismo, se reforzarían las líneas existentes subiendo su altura entre 3 y 5 metros según la ubicación. En la fase dos, según el Govern, se crearían infraestructuras para afrontar un crecimiento contenido, con la puesta en marcha de una nueva línea aérea entre Sant Jordi y Sant Antoni, que implicaría desmantelar posteriormente la ya existente.
La línea se haría paralela a la actual línea de 66 Kv. También incluiría la ampliación de la subestación de Sant Antoni.