El debate de política general -también conocido como debate del estado de la Comunidad- que cada año no electoral se celebra en el Parlament de les Illes Balears, supone, además de los interesantes careos que protagonizan la jefa del Ejecutivo con el jefe de la oposición, y con el resto de grupos parlamentarios, la negociación de decenas de propuesta de resolución que los diputados deberán votar. Este año se han presentado 188 propuestas que se debaten este martes. Pero el año pasado se presentaron 132, de las cuales aproximadamente la mitad aún están por acometer por parte del Govern. Esta cifra indica que demasiado a menudo se quedan en papel mojado dado el escaso interés del Ejecutivo de cumplir las indicaciones del Legislativo.
Si no se quiere caer en el descrédito del Parlament, emboscado durante semanas en debates que no han de conducir a ningún lado, es perentorio que el Govern refuerce su compromiso por cumplir, en la medida de lo posible, con las sugerencias aprobadas en el Parlament, pues es allí donde están representadas las opiniones de los ciudadanos. Si no se hace, se transmite la idea de que de poco sirven tantas horas de discusiones en la Cámara autonómica, pues al final el Govern de turno hace lo que le viene en gana. Y esto es causa de desapego por la política, cosa que hay que combatir.