El GOB confia la retirada de numerosas licencias e impactantes ocupaciones de las costas. Algunas instalaciones conocidas por su situación en el litoral mallorquín, como las terrazas y piscinas de los hoteles Gamo y Cala Viñas y Puro Beach, podrían perder sus licencias. Además, posiblemente, no podrán recibir prórrogas de las concesiones. El grupo ecologista se apoya en la ley 22/1988 ya que las concesiones previas terminarán en 2018.
La ley actual de protección del litoral permitía la posibilidad de solicitar prórrogas de las concesiones vigentes. Sin embargo, determina algunas disposiciones para conceder prórrogas. Desde el GOB solicitan a Demarcació de Costes una relación de las concesiones vigentes realizadas con anterioridad a la Ley 22/1988 y, en caso de que ya se hayan concedido algunas prórrogas, la relación de estas y copia de la orden ministerial correspondiente.
La ley dispone que “En ningún caso podrá otorgarse una prórroga del plazo de concesión existente por la entrada en vigor de la Ley 22/1988, de 28 de julio, en condiciones que se opongan a lo establecido en la misma o en las disposiciones que la desarrollen".
El grupo ecologista entiende, por tanto, que únicamente se podrá permitir la ocupación del dominio público para aquellas instalaciones que, por naturaleza, no puedan tener otra ubicación; estas deben desempeñar un servicio que requiera dicha ocupación; en todo caso, la ocupación deberá ser la mínima posible. De esta forma, el GOB ha identificado una serie de explanadas sobre las rocas o directamente sobre el mar, utilizadas para terrazas, bares, piscinas y hoteles. Y considera que estas ocupaciones tan comunes no podrían seguir ocupando el dominio público marítimo-terrestre y se tendrían que retirar del mismo.
