El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha abogado en la feria Rebuild, celebrada en Madrid, por construir más viviendas y de forma más rápida mediante la industrialización del sector. Además, ha anunciado el lanzamiento de un nuevo PERTE (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) centrado en la vivienda y dotado con una inversión pública de 1.300 millones de euros a ejecutar durante los próximos diez años.
Se trata de un paso importante hacia la modernización de la construcción de vivienda nueva en España. Sin embargo, esta iniciativa contrasta con la postura del PSIB-PSOE en Baleares, que muestra reticencias a facilitar la construcción y se niega a reducir la burocracia que actualmente ralentiza los procesos urbanísticos.
El PSOE fracasó rotundamente a la hora de construir más vivienda y sobre todo, de hacerlo ágilmente y reduciendo las trabas legales que dificultan la construcción de nuevas viviendas
El PSOE ha criticado las políticas del actual Govern balear, liderado por el PP, afirmando que encarecen los precios de la vivienda y no promueven suficientemente la construcción de vivienda pública. No obstante, durante las dos legislaturas anteriores, bajo la presidencia de Francina Armengol (2015-2023), el PSOE fracasó rotundamente a la hora de construir más vivienda y sobre todo, de hacerlo ágilmente, reduciendo las trabas legales que dificultan la construcción de nuevas viviendas. La prueba está en la escasísima vivienda nueva que se edificó durante los ocho años de Govern de izquierdas.
La incoherencia entre el discurso político de los socialistas y los hechos reales son ya una tónica sistemática, que genera desconfianza entre la ciudadanía, razón por la cual los socialistas fueron apartados del poder en las elecciones de 2023. Por un lado, se promueve a nivel nacional una estrategia para incrementar la oferta de viviendas de manera eficiente y sostenible; por otro, en el ámbito autonómico, se oponen a que se construya y se critica todo paso dado por el Govern de Marga Prohens en ese sentido.
La necesidad de facilitar el acceso a una vivienda digna y asequible debe ser una prioridad política, lo que requiere políticas concretas. Reducir la burocracia, simplificar los procedimientos y fomentar la colaboración entre administraciones son pasos esenciales para abordar la crisis habitacional, pero el PSOE mantiene un discurso ambiguo, fruto de una desubicación que convendría ir superando.
La ciudadanía merece políticas claras y efectivas que respondan a sus necesidades reales. Es hora de que los políticos socialistas de Baleares dejen de lado las contradicciones y trabajen conjuntamente para garantizar el derecho a la vivienda, tal como se dice promover desde el Gobierno central.