El pasado domingo no acudí a la manifestación de ese nuevo movimiento social que se llama “Mos Movem” por varios motivos; el primero y más importante es que no coincido ideológicamente con sus planteamientos pero los respeto; el segundo motivo es que no acudo a manifestaciones; creo que el Estado de Derecho nos ofrece otros cauces a los ciudadanos para defender nuestros intereses, pero naturalmente las respeto.
Una vez dicho esto, leí ayer al padre de esta pequeña Patria, don David Abril tildar de miserable y demagógico el lema “los idiomas no salvan vidas” considerando asimismo que los asistentes (yo me salvo ya que no estuve) son personas intoxicadas.
¿Quién se cree que es David Abril para insultar a los ciudadanos que no pensamos como él?
No estuve pero me siento igual de ofendido como los que estuvieron defendiendo algo en lo que creen; ¿Qué diría el señor Abril si le dijéramos que es un intoxicado por lo que piensa? A veces se dice que no nos merecemos los políticos que tenemos y este es un ejemplo palmario; no es un problema entre MES y la ciudadanía sino entre el señor Abril y la ciudadanía. ¿Cómo puede, no decir, simplemente pensar una aberración como esta? Los que no piensan como él: intoxicados.
El señor Abril necesita unas tardes de derecho constitucional para aprender que los ciudadanos tenemos derechos tales como libertad de expresión y manifestación, aunque le pese.
Vivimos en una democracia y el señor Abril no es diputado del parlamento de Mes sino del Parlament Balear, de todos los ciudadanos y, mal que bien, nos representa a todos y, obviamente a todos nos debe un respeto.
Asimismo debería saber el señor Abril que los miles de ciudadanos a los que considera intoxicados contribuyen a pagar su cuantioso sueldo y también trabaja para ellos.
No recuerdo un comportamiento tan antidemocrático por parte de un Diputado en muchos años, tan poco riguroso y sectario con el objetivo de extinguir al que no piensa como él.
Señor Abril váyase a su casa si no quiere representar a toda la ciudadanía; pero primero discúlpese con los ciudadanos a los que ha ofendido, se lo debe. Sus planteamientos, de desprecio a los ciudadanos, no son democráticos y no merece estar en una Cámara que representa la soberanía popular, simplemente no cree en todo eso que se ha dado en llamar Estado de Derecho. Es un ser peligroso para la convivencia democrática de este pequeño país y yo personalmente le repudio. Que pasen un buen día.