¡No, no pasa nada, ya me recuperaré en enero de estos kilos de más. Un día es un día!
Se oye decir a los ingenuos antes de ponerse a llorar cuando se ponen delante de la báscula y comprueban el "Efecto Navidad" en su cuerpo.
¡No, no pasa nada, ya me recuperaré en enero de estos kilos de más. Un día es un día!
Se oye decir a los ingenuos antes de ponerse a llorar cuando se ponen delante de la báscula y comprueban el "Efecto Navidad" en su cuerpo.