La Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB) ha publicado un nuevo número del informe de “Evolución Económica” referente a la coyuntura económica del tercer trimestre, el cual confirma que la economía balear ha dado continuidad entre los meses de julio y septiembre a la moderación del ritmo de crecimiento que se viene observando desde el comienzo del ejercicio. En concreto, se estima que la economía ha avanzado a un ritmo interanual del 2,6 por ciento, una tasa que rebaja en tres décimas la del segundo trimestre (2,9 por ciento), en el que el ritmo de crecimiento ya cedió, a su vez, dos décimas respecto del primer cuarto del año (3,1 por ciento).
Desde esta perspectiva, el comportamiento de la economía balear se asimila al de las principales economías del entorno, a tenor de la ralentización del crecimiento que también experimenta la zona del euro (1,6 por ciento vs 2,2 por ciento, 2º trim) así como el conjunto de la Unión Europea (1,8 por ciento vs 2,1 por ciento, 2º trim). La excepción a esta tónica la representa la economía española, que ha mantenido el ritmo de crecimiento en el tercer trimestre (2,5 por ciento vs 2,5 por ciento, 2º trim), aunque ya había venido ofreciendo síntomas de desaceleración desde los primeros compases del ejercicio.
En este contexto, el informe identifica como principales causas del menor ritmo de crecimiento la contribución más moderada tanto del consumo privado, por lo que concierne a la demanda, como del sector servicios, por el lado de la oferta.
EL CONSUMO MUESTRA UN MAYOR GRADO DE CONTENCIÓN
El crecimiento del consumo de los hogares durante el tercer trimestre, estimado en el 2,5 por ciento interanual, se ha situado dos décimas por debajo del avance anotado el trimestre anterior (2,7 por ciento). Esta circunstancia responde, en gran medida, al aumento de los precios de consumo (1,9 por ciento), especialmente entre los bienes más inelásticos para las familias –esto es, cuya demanda varía escasamente frente a alteraciones del precio– como son los carburantes y combustibles (11,1 por ciento) o los suministros de la vivienda (7,1 por ciento), pues ello disminuye la capacidad de gasto de los hogares y merma la propensión al consumo. No en vano, las ventas minoristas apenas se han incrementado durante el tercer trimestre en comparación con el ejercicio anterior (0,1 por ciento), a diferencia del crecimiento que habían venido experimentado durante el pasado ejercicio (2,1 por ciento) y sobretodo el anterior (7 por ciento).
LA INVERSIÓN GANA PULSO
Por lo que respecta a la inversión, se estima que la formación bruta de capital fijo ha crecido durante el tercer trimestre a una tasa del 3,7 por ciento interanual, dos décimas más que en el segundo cuarto del año (3,5 por ciento). En este sentido, el informe sitúa el empuje más destacado de la inversión en el ámbito de la construcción, de acuerdo con el aumento del presupuesto correspondiente a los proyectos de obra visados durante el tercer trimestre (37,6 por ciento) y con la previsión de que este indicador cierre el presente ejercicio con el importe más elevado desde el inicio de la crisis. Ello está teniendo su traslación, así mismo, al ámbito empresarial, pues la afiliación de empresas a la Seguridad Social se ha incrementado en el sector de la construcción a un ritmo (6,7 por ciento) mayor que el trimestre anterior (5,9 por ciento), lo que contrasta con la progresiva moderación que se observa en el resto del tejido productivo balear (1,4 por ciento vs 1,9 por ciento, 2º trim.).
Al mismo tiempo, el sector exterior también está contribuyendo, junto a la inversión, a mitigar la menor contribución del consumo privado, no solo a través de la exportación de servicios turísticos, sino también gracias al aumento de las exportaciones de bienes (7,7 por ciento). Ello ha favorecido que el valor de los bienes vendidos al exterior durante el tercer trimestre haya superado el de las compras y se haya registrado, así, un superávit en la balanza comercial de bienes (55,9 millones de euros).
EL SECTOR SERVICIOS MUESTRA UN MENOR DINAMISMO EN EL ÁMBITO TURÍSTICO Y COMERCIAL
Desde el punto de vista de la oferta, la moderación del crecimiento se ha focalizado en el ámbito de los servicios, cuyo avance en el tercer trimestre se ha estimado en el 2,6 por ciento interanual, tres décimas por debajo del avance del trimestre anterior (2,9 por ciento). Entre los principales factores que explican este comportamiento se apunta, por una parte, al menor vigor del consumo privado, el cual afecta especialmente a las ramas del comercio, y por otra, a la normalización de los flujos de visitantes, que condiciona el crecimiento de la actividad de los servicios turísticos.
De acuerdo con esta última circunstancia, los principales indicadores de la actividad turística se han mantenido en niveles similares a los anotados durante el ejercicio anterior. Así lo refleja, por ejemplo, el volumen de pernoctaciones en los hoteles de las islas (30,79 millones vs 30,76 millones, 2017) o el grado de ocupación de las plazas hoteleras disponibles en agosto, el mes de mayor ocupación (90,3 por ciento vs 90,5 por ciento, 2017).
LA INDUSTRIA MANTIENE EL RITMO DE AVANCE MIENTRAS LA CONSTRUCCIÓN SE ACELERA
El informe destaca, así mismo, el contraste existente entre la evolución de los servicios y el resto de sectores, ya que la industria ha mantenido durante el tercer trimestre el ritmo de avance en el 1,9 por ciento, mientras que el crecimiento de la construcción se ha intensificado por octavo trimestre consecutivo hasta situarse en el 5 por ciento (vs 4,8 por ciento, 2º trim.). En concreto, el comportamiento de la industria se asocia a la mejora de la producción del sector (2,5 por ciento) tras dos trimestres de descensos (-4 por ciento, 1º trim.; -5,9 por ciento, 2º trim.), mientras que el empuje cada vez mayor de la actividad en el ámbito de la construcción deriva de la materialización de las obras proyectadas en los últimos años. Prueba de ello es el presupuesto acumulado por los proyectos de obra visados en el pasado ejercicio (797,9 millones de euros), el más elevado de los últimos nueve años.
MENORCA Y EIVISSA Y FORMENTERA: SE ESTRECHA LA BRECHA TERRITORIAL
En el apartado de desagregación territorial, el informe señala que en el tercer trimestre se ha estrechado el diferencial de crecimiento entre los diferentes territorios insulares. Y es que mientras Menorca ha moderado el ritmo de avance (2,1 por ciento vs2,4 por ciento, 2º trim.) en la misma proporción que la media regional, Eivissa y Formentera, el territorio con un crecimiento más destacado, ha experimentado una ralentización superior a la del resto de territorios insulares (3,1 por ciento vs 3,6 por ciento, 2º trim.).
Esta divergencia se debe a que ambos territorios han evidenciado una contribución menor de los servicios turísticos, si bien esta circunstancia ha afectado de manera más acentuada a Eivissa y Formentera, dada su mayor especialización turística. Además, cabe señalar que la afluencia de turistas ha disminuido durante el tercer trimestre en Eivissa y Formentera (-3,9 por ciento) en mayor proporción que en el conjunto del archipiélago (-0,2 por ciento).
CONTINUIDAD DEL CICLO EXPANSIVO A UN MENOR RITMO
Con todo, el informe finaliza señalando que las perspectivas apuntan que la actual fase expansiva del ciclo económico tendrá continuidad a lo largo del próximo ejercicio, aunque con un ritmo de crecimiento cada vez menor.
Esta evolución estará condicionada, no obstante, por los riesgos a la baja que presenta el panorama económico, principalmente asociados al repunte del precio del petróleo y las restricciones impuestas a los flujos comerciales en el ámbito internacional, así como a la incertidumbre en torno a la resolución sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea y el efecto de una futura subida del tipo de interés en la zona del euro sobre la capacidad de consumo de las familias y de inversión de las empresas.
Una situación a la que tampoco contribuyen los presupuestos de la Comunidad Autónoma de Baleares en los que aumentan los impuestos que ya es de por si una mala noticia y más aún si este incremento de la recaudación es para poder aumentar el gasto corriente en lugar de destinar los recursos a inversión productiva que es la que podría impulsar la economía de las islas.