Hay que felicitar a la Guardia Civil de Balears por la operación ‘Claims’, que ha permitido desarticular a una banda dedicada a estafar a hoteles españoles mediante reclamaciones fraudulentas de turistas alojados en ellos, por ficticias intoxicaciones alimentarias. Según explicó el coronel Jaume Barceló, que compareció ante la prensa junto a la Delegada del Gobierno, María Salom, los detenidos (que fueron puestos en libertad con cargos por la autoridad judicial) ofrecían a los turistas tramitar las falsas reclamaciones a cambio de una parte de la indemnización que recibieran. Se estima que solo en Mallorca la estafa ascendería a 50 millones de euros.
Hay que reconocer que, tras la voz de alarma dada por los empresarios hoteleros al detectar un incremento brutal e injustificado de las reclamaciones por intoxicación alimentaria en sus establecimientos, fundamentalmente por parte de turistas británicos, las autoridades tanto españolas como británicas han actuado como la gravedad y la magnitud de la estafa requería. De este modo se ha logrado poner coto a estos pillos y acabar con una práctica que además de delictiva, estaba suponiendo la pérdida de rentabilidad de muchos establecimientos a quienes los turoperadores británicos detraían de la factura a abonar, el coste de las indemnizaciones pagaban a los turistas sin ninguna comprobación rigurosa de la veracidad de las denuncias.
Tanto la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, como el Ministerio de Industria, Energía y Turismo y el Ministerio de Asuntos Exteriores, sin olvidar las gestiones de la Federación Hotelera de Mallorca para convencer a todos los operadores turísticos de la gravedad de la situación, han hecho que revierta la tendencia y que se combata la práctica que estos estafadores han llevado a cabo durante demasiado tiempo con bastante impunidad.
