Estados Unidos dio hoy un paso más en su apertura a Cuba al permitir la importación de algunos productos fabricados por "empresarios independientes" cubanos, una medida sujeta a notables excepciones pero con la que Washington busca dar más poder al pequeño sector privado de la isla.
El Departamento de Estado publicó una normativa por la que los estadounidenses podrán importar bienes y servicios producidos por empresarios cubanos que demuestren su independencia del Estado, en una flexibilización del embargo comercial impuesto a la isla hace más de medio siglo.