Son las dos grandes entidades españolas las que parten como favoritas para absorber las cajas de ahorros reconvertidas en bancos, pues la postura política se inclinará siempre –después de la que han montado- por que el brazo financiero del que a veces abusan quede en manos españolas, y sólo el Santander y el BBVA tienen poder para ello. Ya lo ha hecho público el BBVA, con la fórmula de que quiere “ampliar su cuota de mercado en España”, y cualquier operación de la entidad presidida por Francisco González (FG) traerá consigo una respuesta de su archirival de color rojo, el banco que capitanea Emilio Botín. Ahora el dilema está en saber a por qué cajas irán uno y otro. A priori, el encuadre de la única gran caja balear, Sa Nostra, estará condicionado por la presencia –ausencia en este caso- de BBVA y Santander en las regiones donde operan sus socios de Mare Nostrum (Granada, Murcia y Cataluña). En Murcia –de donde es la caja con más poder en Mare Nostrum-, el BBVA apenas cuenta con una cuota de mercado del 5 por ciento, mientras que en Cataluña su presencia se reduce al 7,5 por ciento, lo que convierte al banco que dirige FG como el que sobre el papel tiene más opciones para pugnar por el banco en el que ha quedado integrado Sa Nostra. Por otra lado, la alicantina CAM, con gran implantación en Mallorca, parece más cerca de la órbita del Santander, cuyo consejero delegado, Alfredo Saénz, veraneante en Pollença, ya se mostró en su día seducido por la segunda entidad de la Comunidad Valenciana, cuyos socios en el Banco Base vendrían como anillo al dedo al banco rojo. En este reordenamiento de las entidades financieras auspiciado por el Banco de España para capear la crisis, las miradas también están puestas en el devenir a corto y medio plazo de la Banca March, uno de los más solventes y con mejor nota de España y Europa, pero que no deja de ser pequeño en un negocio bancario muy competitivo y que además tiende a la concentración. La matriz del banco más mallorquín, Corporación Financiera Alba, acaba de hacer caja al ingresar 530 millones tras la venta de un 5 por ciento de sus acciones en ACS, por lo que cuenta con liquidez suficiente para futuras operaciones de adquisiciones de negocios de todo tipo, incluyendo el financiero.
