Este sábado un agente del Cuerpo Nacional de Policía embarcó en un avión de la aerolínea Vueling para hacer el trayecto Eivissa-Madrid. Como establece el protocolo, al agente se dispuso a entregar el arma al comandante de la aeronave, separando el arma y la munición. Sin embargo, durante la manipulación y al quitar el seguro, se produjo el disparo accidental de un proyectil alojado en la recámara.
Por fortuna la bala quedó alojada en el equipaje del agente y no causó lesiones a nadie ni tampoco a la estructura de la aeronave, por lo que con algún retraso el vuelo pudo despegar a las 13.30 horas.
La Guardia Civil levantó acta de lo sucedido.