El archipiélago de Cabrera fue el primer Parque Nacional marítimo-terrestre de la red estatal, una auténtica joya natural con la máxima protección posible. Ahora se da un paso más con la ampliación del parque, multiplicando por diez la actual superficie marítima, lo que lo convertirá en el mayor parque nacional marítimo del Mediterráneo occidental. Diversas organizaciones ecologistas lideradas por Oceana venían reivindicando desde hace años la ampliación del parque nacional y en agosto del año pasado el Govern de Francina Armengol se comprometió a impulsar este proyecto ante el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
La ampliación del parque nacional es una buena noticia que pone de manifiesto una sensibilidad especial por el medio ambiente marino y por la conservación del patrimonio natural subacuático. Además, la colaboración entre el Ministerio y el Govern en este asunto constituye un buen ejemplo de cooperación entre distintas administraciones para preservar la fauna y la flora del Mediterráneo, un mar sensible y sometido a importantes amenazas. La actividad investigadora y de conservación se verá incrementada, lo que redundará en nuestra imagen de una comunidad autónoma cuidadosa con su medio ambiente y sensibilizada en asuntos medioambientales.