Por Hugo Velázquez El portavoz de la campaña socialista, Antonio Diéguez, parece haberle cogido gusto a los rapapolvos, después de haber lanzado nuevamente la piedra, en forma de sospecha, contra el equipo de Gobierno del Consistorio palmesano. Diéguez denunciaba en la mañana de este lunes, ante la Junta Electoral, la retirada de banderolas... El portavoz de la campaña socialista, Antonio Diéguez, parece haberle cogido gusto a los rapapolvos, después de haber lanzado nuevamente la piedra, en forma de sospecha, contra el equipo de Gobierno del Consistorio palmesano. Diéguez denunciaba en la mañana de este lunes, ante la Junta Electoral, la retirada de banderolas de propaganda de la candidata a la alcaldía de Palma, Aina Calvo. La respuesta de la Junta no se ha hecho esperar, siendo esta misma la que indicaba que había autorizado la retirada de las banderolas por estar situadas en zonas no permitidas. Además, para más inri resulta que podría haber más banderolas de las autorizadas, según detectó e informó el propio Ayuntamiento. El nuevo error de cálculo electoral de Diéguez ha tomado efecto boomerang y sólo ha servido para poner de manifiesto su falta de rigor.
