Diario de un confinado: El jersey beige de Simón

Posiblemente, una de las cosas que más nos llama la atención del director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, es la querencia que parece tenerle al jersey beige que suele llevar en la mayoría de ruedas de prensa. Cuando en febrero empezamos a verle regularmente en televisión, llegué a creer que Simón no tenía más jerseys y que siempre llevaba el mismo en todas sus comparecencias ante los medios, lo cual, de haberse confirmado, no hubiera sido sanitaria e higiénicamente muy recomendable.

Luego pensé en la posibilidad, inicialmente no descartable, de que quizás Simón tuviera siete jerseys beige idénticos en casa, uno para cada día de la semana si fuera preciso. Yo mismo, sin ir más lejos, tengo dos jerseys exactamente iguales, si bien de distinto color —azul y rojo—, así como dos pantalones vaqueros idénticos, uno marrón y otro beige, que me pongo también siempre que tengo ocasión. Así pues, no resulta tan extraño que a veces tengamos alguna prenda repetida, sobre todo si es de nuestro agrado o nos resulta especialmente cómoda.

En esas disquisiciones filosóficas estaba cuando, hace unos días, leí un artículo del maestro Antonio Burgos que me ayudó mucho a clarificar mis ideas sobre este asunto. Su título era 'El jersey de Fernando Simón'. «Menos mal que parece que le han dado un partido-homenaje al famoso jersey beige de Simón y lo han jubilado. Ahora lleva otro atuendo. Una especie de chaqueta negra, que da imagen como de sotana sin alzacuellos», escribió Burgos la pasada semana en ABC. Tras leerlo, me quedé ya por fin un poco más tranquilo.

Aun así, se ve que Simón no acababa de encontrarse cómodo del todo con esa chaqueta recién estrenada, pues esta semana ha vuelto a recuperar su mítico jersey beige con cremallera, alternándolo, eso sí, con otros jerseys o pullovers de distinto tipo y color. Así, en los últimos días he podido contabilizar hasta cuatro modelos distintos al verle en pantalla, uno en verde, otro en azul, un tercero en negro y el último en gris. Incluso es posible que ahora mismo me haya olvidado tal vez de algún jersey más. Sea como sea, seguiré estando muy atento a la indumentaria diaria de Simón, por si se volviera quizás algo más liviana, ahora que, a pesar de todo, ha llegado ya tímidamente la primavera.