La Policía Nacional ha explicado que los hechos tuvieron lugar el día 3, cuando se recibió una denuncia de que se había producido la ocupación.
A raíz de ello, una patrulla se dirigió al lugar indicado, donde un vigilante de seguridad explicó a los agentes que esa misma madrugada la policía ya había actuado por una aviso de ocupación al comprobar que la puerta de seguridad había sido retirada y cambiada por otra de madera más simple.
En esa ocasión, los agentes que actuaron no encontraron a nadie en el interior de la casa por lo que se volvió a colocar la puerta de seguridad, puerta que, de nuevo, había sido retirada.
“Además”, indicó el guardia de seguridad, “los vecinos había oído a varios vecinos explicar que durante la noche se habían oído fuertes ruidos”.
Así, un cerrajero procedió a abrir la puerta que había sido colocada y, al acceder a la vivienda, los agentes comprobaron que no había enseres personales, ni suministro de agua ni de luz pero sí localizaron a dos varones sobre un colchón que se hacían los dormidos.
Los policías intentaron hablar con ellos pero estos
no colaboraron ni aportaron documentación alguna, por lo que se procedió a su detención por un delito de usurpación de inmueble y de daños (unos mil euros según el vigilante de seguridad). uno de los detenidos le constan cerca de 10 antecedentes, habiendo sido detenido apenas cuatro días antes por un delito de
robo con violencia.