Las ciberestafas crecen por momentos. En Palma, la Policía Nacional ha detenido a una mujer de 19 años por estafar 3.500 euros contratando de manera fraudulenta diez microcréditos. Además, su novio también ha sido detenido por romperle los dientes a una de las víctimas.
Investigadores de la Comisaría de Distrito Centro han detenido a una joven como presunta responsable de un total de diez estafas a otras tantas víctimas cometidas a mediados de noviembre.
Según las denuncias interpuestas en cascada, la sospechosa habría convencido a estas personas de que disponía de un código promocional que permitía obtener dinero de una página web pero para ello, necesitaba los datos personales de los interesados y realizar una gestión con su banca online.
A cada perjudicado le prometía 100 euros por facilitarle esa información y permitirle hacer la gestión desde su teléfono móvil.
Según fue avanzando la investigación, los afectados fueron reconociendo lo que realmente había ocurrido y es que la detenida les hizo creer que existía una página web “bugueada”, o lo que es lo mismo, que existía un virus informático que permitía realizar transferencias bancarias a las cuentas de los perjudicados en perjuicio de la compañía gerente de dicha web pero que para que esta estratagema funcionase era necesario ir cambiando en cada caso los datos de la persona a la que se remitía el dinero y la cuenta bancaria.
¿EN QUÉ CONSISTE ESTA ESTAFA?
La Policía explica que esta estafa es una versión 2.0 de los timos clásicos, como el del tocomocho, solo que en esta ocasión el terreno es totalmente virtual.
Los estafados creen que van a poder quedarse con el dinero de una empresa que tiene un fallo informático en su página web que permite transferir dinero a cuentas bancarias sin coste alguno, y por ello, se alían con la detenida que supuestamente dispone del código necesario para obtener ese dinero gratis.
Ambas partes acuerdan repartirse la cantidad que realmente creen estar defraudando a una compañía. En el caso de esta detenida, los perjudicados ni siquiera llegaron a preguntar cuál era la empresa afectada, tan sólo vieron el supuesto rédito económico.
Sin embargo, lo que realmente estaba haciendo mujer era emplear los datos de los perjudicados para contratar micropréstamos en una conocida compañía de créditos online. En total, se hizo con 3.500 euros de manera fraudulenta.
LESIONES
Una vez destapado el fraude, los perjudicados reclamaron a la mujer el dinero. Ella accedió a quedar pero se presentó junto con dos hombres, uno de ellos con múltiples antecedentes, y el otro su pareja.
La víctima, al percatarse de la encerrona, intentó huir pero el novio le alcanzó y pegó un pueñtazo ocasionándole la pérdida de varias piezas dentales.
