Todo comenzó cuando la denunciante acudió a la discoteca con una amiga. Allí, otras dos chicas comenzaron a insultarlas llamándolas “putas”. Al hacer caso omiso de los insultos, las agresoras dieron un paso más y agarraron a la denunciante provocando que cayera al suelo dando inicio a una pelea. Esto llevó a que las cuatro jóvenes fueran expulsadas de la discoteca.
La agresividad siguió subiendo de nivel en el exterior, donde hubo enganchones de los pelos. El novio de una de las agresoras y varios amigos se unieron y comenzarona golpear a la denunciante. Le propinaron golpes de manera muy agresiva y le arrancaron un cordón de oro que llevaba al cuello y que está valorado entre 700 euros y 1000 euros. Para que no pudiera avisar a nadie, le sustrajeron el teléfono móvil y lo estamparon contra el suelo destrozándolo por completo. Se trataba de un Huawei valorado en 400 euros.
Una amiga, al ver lo que estaba ocurriendo, acudió para ayudarla y también recibió golpes.
Otras personas decidieron intervenir para ayudar a las chicas y se montó una pelea multitudinaria.
Cuando la denunciante consiguió escapar de sus agresores avisó a la policía y regresó al lugar de los hechos para identificar a los culpables. No pudieron localizar a ninguno de ellos por lo que se trasladaron al Pac para que la menor recibiera atención sanitaria.