Al llegar los guardias civiles comprobaron que el perro se encontraba en el interior del vehículo, sin agua,las ventanas completamente cerradas y con una temperatura en el exterior de 28 grados.
Al observar los agentes que el perrro se encontraba muy débil con peligro de hipotermia y asfixia, se decididó fracturar el cristal de la ventanilla del vehículo, momento en que el perro se lanzó hacia los agentes para que lo sacaran del interior. Liberado, el animal fue entregado a la unidad de Centro de Acogida de Animales Can Dog, desplazado al lugar.
Los agentes dieron una batida por los bares cercanos y la playa con la intención de localizar a la propietaria del vehículo sin lograr encontrarla.
Posteriormente, la propietraia del coche acudió a la depedencias de la Guardia Civil de Santa Eulària y explicó que se había ido a descansar al hotel en donde se hospedaba y que se olvidó al perro en el interior del turismo.
Tras explicarle los agentes lo sucedido y del daño que podía haberle causado a su mascota, se le informó que estaba investigaba como presunta autora de un delito de maltrato animal.
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