Gracias a Internet es posible acceder a fuentes de información de los más variadas, se puede elegir entre productos y servicios de lo más diversos y compartir ideas y opiniones con múltiples personas. Esta riqueza, basada en la pluralidad y la diversidad, exige al mismo tiempo un ejercicio de tolerancia ante todo aquello que es desconocido o incluso contrario a nuestras opiniones o intereses, tolerancia que muchas veces brilla por su ausencia.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos es un documento adoptado, el 10 de diciembre del año 1948 en París, por la Asamblea General de las Naciones Unidas que en su Resolución 217 A (III), recogió en sus 30 artículos los derechos humanos considerados básicos.
En su artículo 19 dice textualmente: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”, derecho que desgraciadamente es vulnerado frecuentemente amparándose en la impunidad que ofrece internet.
De acuerdo con esta declaración, los Estados Miembros de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, congregados en París con motivo de la 28 reunión de la Conferencia General, del 25 de octubre al 16 de noviembre del año 1995 aprobaron la Declaración de Principios sobre la Tolerancia y establecieron el Día Internacional para la Tolerancia, invitando a los Estados Miembros de la Organización a celebrarlo, cada 16 de noviembre, con actividades dirigidas tanto a los centros de enseñanza como al público en general. Tal y como cita la página web de Naciones Unidas, uno de sus propósitos es lograr la cooperación internacional en la solución de problemas de carácter económico, social, cultural o humanitario y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinciones por motivos de raza, sexo, idioma o religión.
Está claro que el motivo de establecer un día internacional para la tolerancia es básicamente porque la ONU era consciente que por mucha declaración que hubiera al respeto, la tolerancia en internet, repito, un muchos casos brilla por su ausencia.
Como decía Umberto Eco (192-2016), cualquiera idiota puede opinar en las redes sociales: “Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban solo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos eran silenciados rápidamente y ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los idiotas”.
En estos tiempos cualquiera puede compartir una nota, un comentario o chisme asegurando que es verdad, cualquier indocumentado puede opinar sobre temas de los que no tienen el más mínimo conocimiento como si fueran expertos basándose en informaciones erróneas (que no se molestan en contrastar) y juicios de valor emitidos por “blogers” y “youtbers” cuando muchos de ellos hablan porque tienen boca pero no razonan lo que publican, porque su interés es solo ganar fama y ser imitados, sin ton ni son, por cualquier pelagatos sin cultura ni educación que lo único que hace para rebatir una teoría es descender al insulto basto y vulgar.
Muchas veces es preferible escuchar o optar por permanecer en silencio que hablar por hablar.
Si estas rodeado de personas con más experiencia que tu es mejor escuchar mucho y hablar poco.
Como decía Mark Twain: “Es mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido que abrirla y disipar la duda”.¿Capisci?