www.mallorcadiario.com

Damnificados por WhatsApp

Por Joana Maria Borrás
domingo 07 de abril de 2019, 07:00h

Escucha la noticia

Cuando Jam Koum urdió por vez primera la idea de la mensajería que acabaría convirtiéndose en “Whatssap” jamás pudo imaginar el potencial lesivo del invento ni los millones de damnificados que, alrededor del globo terráqueo, llegarían a maldecir tarde o temprano su idea.

Whatssap resulta demoledor porque arrasa y nos arrastra, no por efecto de fenómenos naturales ajenos a nosotros mismos, sino por todo lo contrario, por la acción directa de nuestros pensamientos convertidos en actos. El simple hecho de escribir o dejar de hacerlo, de interpretar las palabras que han escrito otros, de contestar o dejar de hacerlo; hagamos lo que hagamos, se vuelve en nuestra contra y al final salimos perdiendo aunque no quisiéramos jugar.

Los Juzgados rebosan mensajería instantánea en la mayoría de sus expedientes. Frases que nunca debieron escribirse reposan por los siglos de los siglos a merced de curiosos y poetas, a merced de los medios de comunicación que, para vergüenza de los damnificados públicamente, se verán obligados a transitar a partir de ahora por las calles de una ciudad que no perdona mientras , cicatera y sibilina, saluda sonriente.

El Juez Penalva y el Fiscal Subirán han cometido seguramente muchos errores, pero el mayor de ellos ha sido confiar en un arma tan letal como los mensajes de whatssap y, del mismo modo que el enamorado o enamorada despechados se dejan llevar en algún momento por su vena literaria para trasladar algún que otro exabrupto; o del mismo modo que el trabajador que está hasta el gorro de su jefe y aprovecha whatssap para ponerle a caldo en grupo o en mensaje privado; y del mismo modo que uno le cuenta (alguna vez) sus secretos más íntimos a sus mejores amigos utilizando mensajes de whatssap; ellos han confiado en la privacidad de un medio para comunicarse que en realidad no lo es.

Whatssap nos ha ganado el pulso a casi todos alguna vez. El más comedido de los humanos ha deseado en algún momento haber tenido una indigestión con tal de haberse podido tragar algún mensaje de los que ha enviado. Si cuando comencé a ejercer la abogacía hace veinticinco años mis recomendaciones a los clientes se circunscribían a unas situaciones muy especificas, ahora toda recomendación es poca porque el tema se nos ha ido de las manos y se ha puesto en evidencia algo que todos sabíamos de puertas hacía dentro: que tenemos sangre en las venas y nos equivocamos muchas, muchísimas veces. La diferencia entre ayer y hoy es que antes sólo lo sabíamos nosotros y ahora se entera todo el mundo.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios