Las obras de remodelación del Paseo Marítimo de Palma empiezan en serio, una vez culminadas las etapas preliminares del proyecto.
La APB, que financia esta actuación con arreglo a la partida económica, algo superior a los 43 millones de euros, aprobada por el Consejo de Ministros el 21 de diciembre de 2021, ha anunciado que, a partir de este miércoles, procederá a desviar el tráfico rodado que circula a través del Paseo Marítimo, desde la avenida Argentina hasta la Torre de Paraires. Esta medida se mantendrá vigente a lo largo de la ejecución de esta Fase I de las obras, cuya finalización está prevista para el 18 de noviembre de este año.
Con arreglo a la planificación que han previsto los responsables de esta ambiciosa actuación, desde este miércoles, los cuatro carriles existentes en este punto de la ciudad se trasladan hasta el emplazamiento más cercano al mar, que acoge la mayor parte de la oferta comercial, hotelera y de restauración de esta área geográfica, y que, a su vez, constituye uno de los puntos neurálgicos del tejido productivo vinculado al sector de la restauración y del ocio nocturno en Palma.
QUEDAN SUPRIMIDOS LOS CARRILES MÁS ALEJADOS DEL MAR
En la práctica, esta medida supone que los automovilistas tan solo podrán conducir sus vehículos en una parte muy acotada del paseo, sea cual sea su sentido de circulación, e independientemente de que se dirijan a la avenida Argentina, el parque de sa Feixina, Avingudes u otras calles confluyentes con las inmediaciones del centro de Palma, o bien se trasladen hacia Portopí, la Torre Paraires o la estación portuaria.
La consecuencia directa de esta limitación es que los usuarios de esta carretera deberán compartir un espacio de circulación sumamente restringido, con dos carriles por cada sentido, al igual que ocurría hasta el inicio de la reforma, pero con un margen de operatividad y maniobrabilidad mucho más exiguo.
UN TRAMO DE GRAN DENSIDAD CIRCULATORIA
Esta reordenación del tráfico rodado se produce, además, en un sector geográfico que no solo acoge diariamente a miles de automovilistas que utilizan su coche privado, sino por donde circula también una importante flota de camiones y furgonetas de transporte que, en su inmensa mayoría, proceden del puerto de Palma o bien se dirigen a estas instalaciones, donde descargan o recogen las mercancías que posteriormente son distribuidas a los almacenes y establecimientos de la isla.
La circunstancia de que se trate, en este caso, de vehículos generalmente de gran tonelaje hace prever un empeoramiento todavía más acuciante de las condiciones circulatorias en este tramo de la ciudad.
Un tercer usuario frecuente de los carriles existentes en el Paseo Marítimo de Palma es el transporte público. Tanto taxis como autobuses y autocares transitan habitualmente por la zona. De hecho, la proximidad de la estación portuaria genera un abundante caudal de este tipo de tráfico, especialmente en verano, sin olvidar tampoco que, especialmente en la temporada álgida de la temporada turística, estos medios de transporte trasladan a buena parte de los visitantes que llegan a la isla por vía marítima hasta su punto de destino.
Dado que la medida de desviación del tráfico a través de los carriles más próximos al mar se prolongará hasta el próximo 18 de noviembre, las limitaciones de espacio en este trazado coincidirá también con los meses de verano y, por tanto, de mayor actividad circulatoria.
RETIRADA TEMPORAL DE LAS TERRAZAS
Los efectos de la reforma sobre la circulación es uno de los puntos que conforman la ecuación en el nuevo escenario que, a partir de este miércoles, se va a hacer efectivo en el Paseo Marítimo. El otro vector de la cuestión son los efectos que esta actuación genera en la estabilidad de la oferta comercial de la zona.
En este sentido, cabe subrayar que la nueva regulación del tráfico obliga a bares y restaurantes a despejar sus terrazas para que los operarios puedan ponerse, y nunca mejor dicho, manos a la obra. De hecho, esta semana ya se ha iniciado el proceso de retirada temporal de mesas y sillas ubicadas sobre las aceras de esta área del paseo.
Según la información facilitada por la APB, todos los servicios afectados por la planificación del proyecto (ver PDF en archivo adjunto), como las instalaciones semafóricas, las paradas de autobús, los contenedores de residuos, los puntos de carga y descarga, las plazas de estacionamiento destinados a usuarios con movilidad reducida (PMR) y los pasos para peatones, se mantienen, con las oportunas adaptaciones según el avance y las necesidades de las actuaciones.
ESPACIOS DE ESTACIONAMIENTO
A partir de las disposiciones comunicadas por la Autoridad Portuaria a los titulares de los comercios, los establecimientos que cuentan con servicio de terraza tendrán que haber retirado el mobiliario de la acera anexa a su local y en la zona de vial que fue habilitada, como medida excepcional durante la pandemia orientada a disponer de un mayor espacio donde ubicar a los clientes.
Como fruto de estas previsiones, la APB ha anunciado también que se eliminará la valla de acero que separaba la zona autorizada de terraza de la calzada anexa y los elementos que estén sujetos a esta estructura.
PERMISOS EXCEPCIONALES
No obstante, estas medidas solo se aplicarán circunstancialmente, al menos en esta primera fase del proyecto de remodelación, dado que los propietarios podrán seguir haciendo uso de los espacios de terraza asignados en el caso de determinadas partes del mobiliario siempre que se trate de objetos cuya retirada pueda llevarse a cabo de forma inmediata. Este es el caso, según la APB, de sombrillas, jardineras y toldos anclados en el suelo.
De hecho, también podría concederse una autorización de las mismas características para las mesas y sillas si se cumplen las condiciones anteriormente descritas.
Estas disposiciones, relativas al mantenimiento excepcional del mobiliario de los locales comerciales, se harán efectivas únicamente cuando la presencia de estos elementos no entorpezca u obstaculice de alguna manera la ejecución de los trabajos de reforma.
UN PROYECTO DE 46 MILLONES DE EUROS
El proyecto de remodelación del Paseo Marítimo es una de las actuaciones más costosas de todas las que se han llevado a cabo en Palma a lo largo de la historia moderna de la ciudad. Su montante económico global supera ligeramente los 46 millones de euros (descontando el IVA, la cantidad alcanza los 38 millones), y la estimación es que las obras se prolonguen, aproximadamente, a lo largo de 20 meses.
La futura configuración del paseo prevé, como una de las intervenciones más determinantes, la reducción de los carriles destinados al tráfico, que, tras las obras, pasarán a ser dos por cada sentido de circulación.
Paralelamente, los espacios habilitados como pasos de peatones se incrementarán de forma significativa. De hecho, se duplicarán, ya que las 12 señalizaciones que han existido hasta ahora a lo largo del conjunto de la vía aumentarán hasta alcanzar las 26, con el objetivo, según los autores del proyecto, de aumentar la permeabilidad transversal, y mejorar la accesibilidad y la seguridad de los peatones.
ZONAS PEATONALES
Con los datos en la mano, el futuro paseo pasará de un 29,5 por ciento de espacio reservado a los viandantes a una delimitación del 39,7 por ciento. De la misma forma, las aceras de la zona más alejada del mar tendrán una amplitud de 10 metros que redundará en la mejor movilidad de los peatones. Las medidas actuales oscilan entre los 2,5 y los cinco metros.
Por otro lado, las paradas de autobús serán objeto de una reubicación de sus emplazamientos. El proyecto, además, tiene en cuenta la circunstancia de que el Paseo Marítimo acoja en el futuro nuevas modalidades de transporte público, entre las que podría encontrarse la línea de tranvía si en la próxima legislatura se confirma la construcción de este equipamiento anunciado por el actual gobierno municipal.
En cuanto a estructuras se refiere, la pretensión es levantar varios muros de contención a lo largo del paseo para resolver los desniveles topográficos de la zona.
CONECTIVIDAD Y ARBOLADO
Igualmente, la intervención contempla la construcción de escaleras, rampas y barandillas para mejorar la conectividad del paseo con los barrios de es Jonquet y el Terreno.
Por lo que respecta a la vegetación, el trazado otorga el máximo protagonismo al arbolado, con una especial apuesta por el mantenimiento de las palmeras ubicadas en primera línea de mar.
Al mismo tiempo, se dispondrán abundantes parterres, con una superficie estimada de casi 36.500 metros cuadrados, y se contemplará la plantación de unos dos mil nuevos ejemplares arbóreos.
Los autores del proyecto han destacado también las actuaciones concernientes al sistema de aprovechamiento del agua de lluvia para destinarla al riego de la vegetación.
Por último, la intervención prevé la continuidad del trazado de carril bici a lo largo de toda la longitud del paseo marítimo, recurriendo al asfaltado coloreado en masa, y se habilitarán nuevos equipamientos lumínicos, wifi, mobiliario urbano e instalaciones para juegos infantiles.
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