XISCO CRUZ. La hiriente derrota del Mallorca ante el Deportivo ha esparcido entre la hinchada una sensación que parecía olvidada, casi denostada. Después de un par de buenos resultados, de lograr que la gente regresara a Son Moix y de que los rivales languidecieran, el mallorquinismo había vuelto a creer firmemente en la permanencia. Por eso resultados como el del domingo devuelven el proyecto a la casilla de salida, esa en la que el equipo estaba instalado semanas atrás.
Todo ahora tiene mala pinta, los futbolistas vuelven a estar cuestionados y ha cundido el desánimo, porque incluso el Deportivo ha acelerado. Pero la vertiginosa velocidad a la que se mueve la Liga ha demostrado que ni todo andaba resuelto antes, ni todo está perdido ahora, por más que suene a tópico mascado. El Mallorca tiene la opción de seguir creyendo o de rendirse, y no imagino a tipos como Nunes, Aouate, Martí o Tissone levantando la bandera blanca a estas alturas. Animo.
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