Fanny Tur toma posesión este lunes de su cargo como consellera de Cultura, Deportes y Participación del Govern de les Illes Balears. No cabe duda de que Tur es una mujer sobradamente preparada para el cargo que se le ha encomendado y con experiencia política, pues fue consellera insular de Cultura. Por ello, solo hay que desearle buena suerte y acierto en su gestión, en un ámbito, nunca suficientemente bien tratado y mimado como es debido.
Con Tur se acrecienta en Palma el peso de las Pitiusas en el Ejecutivo que preside Francina Armengol y eso es positivo. Pero está por ver que esta reestructuración vaya a servir para pasar página de la crisis abierta por los contratos otorgados por las consellerias gestionadas por Més a la empresa de su jefe de campaña electoral en 2015, Jaume Garau. Incluso Podem opina que se trata de un cierre de la crisis en falso, sobre todo cuando hasta el próximo miércoles no comparecerán en el Parlament el vicepresident Biel Barceló y el conseller Vicenç Vidal.
Además, está la investigación de la Fiscalía Anticorrupción y del informe de la Intevención de la Comunidad Autónoma, que preliminarmente considera que ha habido un caso de fraccionamiento de contrato en la antigua Conselleria de Transparencia que dirigía la dimitida Ruth Mateu, para evitar el contrato público, beneficiando así al gurú electoral de Més.