La asociación que agrupa a los empresarios del ocio de Balears, Abone, ha reclamado que el Ajuntament actúe en la zona de Platja de Palma contra la venta de alcohol en supermercados, en la calle, contra la venta ambulante, la prostitución, el incivismo o la pequeña delincuencia de trileros y carteristas. Los empresarios señalan que llevan años reclamando que las autoridades municipales, en coordinación con la Policía Nacional, actúen para erradicar las irregularidades que lastran la imagen de la zona.
Para los empresarios de Abone, más ordenanzas reguladoras como la que reclama la nueva entente de los hoteleros en colaboración con los residentes de la zona, no son la solución. Entienden, por el contrario, que eso no será más que una excusa para que los responsables municipales sigan "con su abandono total de la zona", dejando de lado sus competencias y responsabilidades como garantes de la calidad de las infraestructuras, de la limpieza, de la iluminación, del transporte, de la seguridad, etc.
Es cierto que el Ajuntament de Palma ha impulsado, con dinero privado y en colaboración con el Govern, una serie de actuaciones urbanísticas de mejora de la zona. Hace poco más de un mes se firmaba un acuerdo para que los hoteleros de Platja de Palma pudieran invertir siete millones de euros en media docena de proyectos de mejora, desde aparcamientos hasta proyectos medioambientales. Todo contribuye a la recuperación de una zona olvidada durante años, pero hacen falta actuaciones para llevar más seguridad y bienestar a la zona.
Resulta, pues, dudoso que una nueva ordenanza, con el tiempo de tramitación y consensos que requiere, sea la solución. Cort ya dispone de normativas y medios humanos para actuar en la zona, reduciendo la inseguridad, la competencia desleal y mejorando notablemente la seguridad de Platja de Palma. Más leyes no serán la solución si no se es capaz de aplicar las que ya existen.
