El Ayuntamiento de Palma ha reconocido que no dispone de nueve radares fijos para controlar y sancionar a los vehículos tal y como anunció en su día, sino tan sólo de seis. No obstante, sí que cuenta con nueve cabinas o carcasas en las que se introducen estos radares de manera aleatoria en función de la intensidad de la circulación y otras variables. Además, Cort ha confirmado que ha aprobado la adquisicón de un nuevo radar fijo de control de velocidad que se instalará en una de las nueve cabinas existentes en las calles de Palma. El trípode constituido por los radares fijos, el fotorojo y los acires, constituye una de las principales vías de ingresos del consistorio que, según refleja en sus presupuestos del 2022, podrían superar los 20 millones de euros en multas frente a los 13 del pasado año.
En febrero de este año, el Ayuntamiento de Palma anunciaba la instalación de tres nuevos dispositivos de control de la velocidad que se sumaban a los seis existentes que estaban situados en las calles Manacor, Miquel Lladó, Camí de Son Rapinya (2), carretera Militar y la Avenida Gabriel Roca. Estos tres nueve radares fueron colocados en las calles Pascual Ribot, Aragón y Pompeu Fabra y tenían como función dar apoyo a la entrada en vigor de "Palma 30".
Lo cierto es que no existen estos nueve radares fijos, sino tan sólo seis. El consistorio palmesano ha confirmado a mallorcadiario.com que lo que realmente existen son nueve cabinas o carcasas donde se introducen aleatoriamente los radares fijos en función de las frecuencias o problemática circulatoria que presenten las calles donde están colocadas estas nueve carcasas.
COMPRA DE UN NUEVO RADAR
Cort continúa con su política de pacificación circulatoria en Ciutat emanada del Plan de Movilidad Urbana Sostenible ( PMUS) que será aprobado durante los seis primeros meses del próximo año. Por ello, este mes de noviembre ha dado el visto bueno a la compra de un nuevo radar fijo de control de la velocidad que será colocado en una de las nueve cabinas instaladas en las calles de Palma.
Con este nuevo radar, Cort se dota de siete radares fijos aunque, según el Ayuntamiento de Palma "más que un nuevo radar fijo se podría hablar de un radar que sustituye temporalmente a otro que está en reparación o revisión".
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Otra de las fuentes de ingresos que afectan a la circulación viaria es el denominado semáforo rojo, un aparato que sanciona a aquellos vehículos que se saltan un semáforo en rojo. En la actualidad, Palma cuenta con un único dispositivo semafórico rojo que está situado en la calle Manacor, aunque fuentes consultadas han adelantado que es bastante probable que próximamente se instalen más dispositivos.
Por último, Cort también obtiene ingresos por las sanciones que impone a aquellos vehículos que entran en las zonas Acire sin autorización. Los acires han puesto en pie de guerra a asociaciones vecinales y comercinates que ha criticado a travé s del plataforma Recuperem Palma Camina que Cort impone estos acires sin consultarlos y consensuarlos con la sociedad y su tejido productivo.
En los presupuetos municipales presentados recientemente, en su partida de ingresos, el Ayuntamiento de Palma estima que los ingresos por sanciones relacionadas por infracciones circulatorias se acercarán a los 21 millones de euros cuando el año pasado, en plena pandemia, los ingresos estimados eran de poco más de 13 millones. En total, las previsiones de ingresos para este próximo ejercicio en multas superan en siete millones de euros los del anterior presupuesto.
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