Corruptos hasta las entretelas

El partido en el gobierno y el principal partido de la oposición están elaborando una serie de propuestas para, según cuentan, eliminar la corrupción del quehacer diario de los personajes que pueblan uno y otro partido, mucho, mucho más entre los peporros que entre los sociatas.

Así las dos grandes formaciones políticas anuncian medidas de regeneración democrática que pretenden actúen de cortafuegos ante la oleada de indignación y desafección levantada en la sociedad, aunque la percepción que tenemos, a tenor de las medidas que se están consensuando, van a  quedarse más en una operación de maquillaje y en un enjabonado y lavado de cara que en una verdadera operación que llegue al fondo del problema y lo erradique de una vez por todas.

Más parece que se  trata de maquillar, una vez más, de dar una pátina de credibilidad a una serie de medidas que moderen la brutal opacidad de nuestro modelo político que les permite no dar explicaciones y actuar con impunidad  a la cantidad de ladrones, estafadores, defraudadores que usando el vestido de servidor público dan respuesta a su ambición personal.

Difícil lo veo si, como está ocurriendo, los jefes y voceros peporros no reconocen que tienen a la corrupción como una de sus notas de identidad, o si no veamos: El vicesecretario de Organización del PP señala que “cuando se den casos de corrupción se deben asumir las responsabilidades y es necesario investigarlos”, al mismo tiempo que denuncia la "indefensión" ante una "causa general contra el Partido Popular y sus dirigentes" por los casos Gürtel y Bárcenas (Acebes incluido) que, a su juicio, se basa en "una insidia" de que las adjudicaciones en el PP se produjeron "como consecuencia de las donaciones recibidas".

Es que nos toman por tontos, sino cómo  se explica que la Cospedal se haya atrevido a asegurar que el PP está "tan escandalizado como los ciudadanos" con algunos de estos casos de corrupción. Es humillante, es irritante, si además Mariano Rajoy, dice al mismo tiempo que “son unos pocos casos”, ¿se escandalizan o son unos pocos casos?, ni cuando mienten se ponen de acuerdo, o que el presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada, haya asegurado que "el número de dirigentes del PP" imputados o implicados en diferentes casos de corrupción "no es excesivo",

Mientras nos sigan tomando por tontos, mientras sigan negando lo evidente, la maquinación por parte de alguno de los altos dirigentes para enriquecerse personalmente y de paso pagar los gastos del partido, mientras sigan ocultándose detrás de una justicia lenta, mientras no se den más prisa en entrar en la trena que en robarnos el dinero, la salud y el futuro, no hay milongas que valgan, ni siquiera que Esperanza Aguirre, presidenta del PP de Madrid diga "siento profunda vergüenza y pido perdón a los ciudadanos".

Es de escándalo, eso sí que lo es, que la Cospedal se atreva a decir que “con un Gobierno del PP, los jueces y los fiscales han tenido completa libertad para que haya muchas personas ingresadas en prisión, incluido el ex tesorero Luis Bárcenas”, como si tuviéramos que estarle agradecidos, en lugar de hacer un acto de contrición, aunque sea en diferido, por tener a tantos altos cargos imputados y en prisión.

Pero no son sólo los casos de corrupción que irrumpen en nuestras vidas como elefantes en cacharrería y causan sensación que hay que eliminar, son las corruptelas diarias que hay en las listas de espera en hospitales, que las manipulan, las listas de interinos que se vuelven papel mojado al entrar a dedo a novias, amiguitos del alma y demás, los miles de cargos de asesores inservibles, incultos e ignorantes que emplean para pagar favores y los votos dentro del partido, las licencias de obras y actividades mal dadas, previo pago, las calificaciones urbanísticas que benefician a familiares y amigos sin que se conozcan, los sobrecostes de obras públicas que o no sabremos nunca de ellos o han prescrito, las alarmantes  conexiones entre negocio y política, el tráfico de influencias, las negociaciones prohibidas y el soborno, y demás corruptelas varias y las muchas modalidades de puertas giratorias, algunas tan groseras que son directamente  sobornos.

Caso de que les interese regenerar la política, cosa que dudo, y que  la ciudadanía vuelva a creer  que la actividad política en España es una actividad en general de servicio público y no al servicio, en general, de la ambición privada del que ocupa una cargo público, es necesario, que las medidas que tomen además de ser útiles para erradicar la corrupción lo parezcan.

Ya saben, como la mujer del César, además de ser honrada, tiene que parecerlo.

Suscríbase aquí gratis a nuestro boletín diario. Síganos en X, Facebook, Instagram y TikTok.
Toda la actualidad de Mallorca en mallorcadiario.com.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más Noticias