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El Correfoc despide las fiestas de Sant Sebastià

Por Redacción
domingo 26 de enero de 2020, 18:07h

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Siete grupos de "dimonis", tres "bestias de fuego" y 478 personas han participado este domingo en el Correfoc con el que se han clausurado en Palma las fiestas de Sant Sebatià, con un espectáculo con 187,93 kilos de pirotecnia en 6.800 artifactos.
Entre los protagonistas del Correfoc habrá 255 demonios expertos en uso de pirotecnia, 170 miembros de batucadas y 43 personas de apoyo, según los datos del Ayuntamiento de Palma que ha destinado 22.000 euros a organizar la celebración.

Los actos han comenzado a las 18.00 horas, con la actuación de castellers de Mallorca en la plaza del Mercat.

La salida del Correfoc ha sido a las 19.00 horas desde el puente de la Riera, en la esquina del paseo de Mallorca con avenida de Jaume III, y el encendido de las bestias de fuego se ha llevado a cabo en la plaza del Rey Juan Carlos I.

El recorrido se ha dividido en tres zonas: la zona caliente del Correfoc, que ocupará el espacio central de las calles por donde pasa y de donde no podrá salir ningún animal ni demonio con la pirotecnia encendida; una segunda zona cerrada de montaje y recarga de pirotecnia vigilada por personal de la organización y con espacios acotados; y el espacio reservado para los espectadores del Correfoc que no quieran interactuar con los demonios y que serán las aceras de todo el recorrido y bajo las arcadas de Jaume III.

Los protagonistas de esta celebración son tres bestias de fuego: Drac i Guardians de Sant Jordi (Sant Jordi), S'Òliba de la Real (De la colla de dimonis Realment Cremats) y el Drac de na Coca de Cort.

En cuanto a las "colles" de "dimonis", participarán Endimoniats de Palma, Dimonis de Son Sardina, Enfocats, Kinfumfà Dimonis, Es Cau des Boc Negre, Trabucats, Realment Cremats i Òliba de la Real y Drac de Sant Jordi.

El público que ha participado en el Correfoc debía cumplir las recomendaciones y medidas señaladas por el ayuntamiento, que prohibía el uso de pirotecnia particular, no controlada por la organización.

Se tenía que vestir ropa de algodón, pantalones y manga larga, calzado adecuado, sombrero o pañuelo en la cabeza, tapones en los oídos y gafas para proteger los ojos (sabiendo que los cristales de las gafas y las cámaras se pueden dañar con las chispas).

Tampoco se podía echar agua y no se podía recoger o manipular artefactos pirotécnicos, al igual que fumar o encender fuego cerca de los contenedores de material pirotécnico, y especialmente en las zonas de recarga de pirotecnia.

Cort había pedido al público que se situara "a una distancia prudencial· para presenciar la actuación, y que evitaran que los niños y las personas con movilidad reducida se siuaran en las primeras filas o zonas de mayor actividad pirotécnica.

Sin embargo, se podía bailar e interactuar con los demonios, pero siempre con una actitud de fiesta.
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