La extensa entrevista publicada al alcalde de Palma, Antoni Noguera, publicada este domingo en mallorcadiario.com revela la fuerte personalidad y las ideas claras de un político que, pese a su juventud, ya acumula cierta experiencia si no en la gestión (pública o privada), si al menos en su bagaje político, lo cual también tiene su importancia. Pero justamente por ello corre el riesgo de que su actividad en Cort sea únicamente política, propia de su formación y de sus socios de gobierno, olvidándose del resto de habitantes de la ciudad.
El sustituto de José Hila al frente del Ayuntamiento de la capital hereda muchos problemas y más bien pocas soluciones en el ámbito de la gestión ciudadana: la limpieza, sa Feixina, la saturación turística, el acceso a la vivienda, la seguridad -en especial en las zonas turísticas-, la venta ambulante... Son muchos frentes abiertos de muy difícil solución a medio y corto plazo, pero él acabará el mandato del ‘Govern de la gent’ y la ciudadanía le identificará más que a Hila con los logros, pero también con los fracasos o los proyectos que no salgan adelante, como el edificio Gesa, el bosque urbano del canódromo-velódromo que permita ampliar la cuña verde, o mejorar la limpieza de la ciudad y sobre todo la recogida de trastos.
Y dado que Noguera ya formaba parte del equipo de gobierno de Cort como responsable de Urbanismo, no puede pedir un periodo de gracia como es costumbre con todo nuevo cargo. La legislatura ha pasado ya su ecuador y los grandes problemas citados, o bien se han agudizado o no se han resuelto como era de esperar. El tiempo corre y los discursos políticos no bastan. Hará falta gestión y eficacia en la resolución de los problemas. Noguera hereda un saldo muy negativo de su predecesor socialista y es dudoso que las apelaciones al republicanismo y al alcalde Emili Darder puedan servirle de algo para exhibir un balance favorable cuando haya nuevas elecciones.