El incremento de casos de coronavirus en el norte de Marruecos ha empujado al Gobierno de este país a decretar el confinamiento en Tánger, sobre cuyos residentes pesa la prohibición, a partir de este lunes, de entrar y salir de los límites territoriales de la ciudad. Tánger acoge, aproximadamente, a un millón de habitantes.
La medida supone que los servicios de transporte público, tanto los ferroviarios como los de autobuses y autocares, han quedado suspendidos, circunstancia que restringirá absolutamente la movilidad de la población. Al mismo tiempo, efectuar desplazamientos dentro del área de la ciudad exigirá disponer de un permiso excepcional expedido por las administraciones locales.
Desde el Ministerio de Interior de Marruecos se ha comunicado que todas estas medidas entran en vigor para impedir que la grave situación epidemiológica que atraviesa actualmente Tánger se extienda al resto del país. No obstante, si los datos sobre nuevos brotes de coronavirus van remitiendo, también se suavizarán las restricciones vigentes desde este lunes.
Al mismo tiempo, Interior ha informado de que un amplio destacamento formado por efectivos del Ejército y de la Policía velarán por el cumplimiento riguroso de estas medidas.
Según los últimos datos actualizados, la zona acoge un total de 15.821 diagnósticos positivos de coronavirus de los que 76 se han confirmado durante las últimas horas. El número de decesos por la enfermedad asciende a 253.