La mallorquina Lydia se ha convertido en la decimoséptima expulsada de la presente edición de Gran Hermano. El 72'7% de la audiencia decidió que sus aventura en el reality llegara a su fin. La rubia, que se había salvado en numerosas ocasiones de la temida expulsión, no pudo esta vez con Laura, Marcelo y Dámaso. Una Lydia "súper" feliz aseguró en la gala que lo que más pena le da de su expulsión es saber que se acerca el fin del concurso, que está orgullosa de su paso por Guadalix, sobre todo por los grandes amigos que se lleva y aclaró que a Yago sólo le une una bonita amistad, pero que de amor, nada de nada. La ex concursante fue recibida por sus familiares y amigos en el plató de ‘Gran Hermano 12’, donde se enfrentó a las preguntas de Mercedes Milá ante la que aseguró que le encanta cambiarse de ropa tres veces al día y que se siente ganadora “por llevarme a los amigos que me llevo".
