El alcalde de Palma se enfrenta a su primer gran dilema. A Mateo Isern se le ocurrió decir en campaña que abriría la calle Blanquerna de nuevo al tráfico y los vecinos de la zona se pusieron rápidamente en pie de guerra. Dice el Balears que en una semana los coches volverán a pasar por esa zona. En Diario de Mallorca cuentan que la decisión aún no está tomada y que hasta tres concejales mantienen reuniones con vecinos y comerciantes para ver qué hacen. La peatonalización de Blanquerna ha sido un acierto y deshacer lo hecho sería un error garrafal del nuevo alcalde. Abre Diario de Mallorca con una entrevista al vicepresidente económico de Bauzá: “El error del anterior Govern fue no reconocer la crisis y hacer presupuestos expansivos”. Pep Ignasi Aguiló avisa de que el camino va a ser largo y tortuoso y aunque en principio descarta un recorte de plantilla en la administración advierte de que los excesos del anterior Govern los vamos a estar pagando durante mucho tiempo. Otro dato que preocupa. “El Parlament solo tiene dinero para pagar las nóminas dos meses”, destaca Ultima Hora. La situación es dramática porque las arcas del Govern no están ni mucho menos llenas como para que se pueda transferir una partida a la Cámara. La lengua sigue dando que hablar. El Balears ha sacado la artillería pesada después de que el conseller de Educación Rafael Bosch anunciara que los padres podrán elegir la lengua en la que estudien sus hijos. “La lengua separará a los alumnos de infantil”, titulan. Sigue el horror en torno al caso de la pequeña Ainhoa. Cuatro días después de conocer la muerte de la pequeña a manos presuntamente de su madre y su padrastro, lnos enteramos de que la niña podría haber sufrido malos tratos durante los fines de semana. Dice Ultima Hora que Ainhoa le dijo a una amiga del colegio que su madre le pegaba. Espeluznante. La pregunta es ¿por qué nadie hizo nada? ¿Los profesores de la niña no sospecharon de los moratones que tenía? Otro caso más que repugna: “Detenida una mujer por malos tratos a sus hijos, encerrarlos en casa y no darles de comer”. Algo está fallando en esta sociedad. En La Gaceta: “Los sindicatos piden la cabeza del director de la cárcel de Palma por estar derrochando el dinero”. Desde la llegada de Manuel Avilés a la prisión palmesana esta se ha convertido en una especie de parque de atracciones en la que semana sí y semana también hay saraos de toda índole. La idea inicial de abrir la cárcel al resto de la sociedad es muy acertada pero al director se le ha ido la mano y ahora es un auténtico cachondeo.
