Combustible irlandés para Son Reus
jueves 01 de mayo de 2014, 10:25h
El hecho de que estén muy avanzadas las negociaciones para importar ecobalas irlandesas para incinerarlas en Son Reus devuelve de nuevo a la primera línea de la actualidad el hecho de traer basura de otros Estados y la conveniencia de esta iniciativa. En primer lugar cabe decir que no se trata de una operación sencilla. El año pasado ya estaba aprobada la importación de ecobalas italianas y de momento no se ha podido llevar a la práctica. En segundo lugar es muy comprensible y lógico que se alcen voces críticas contrarias a esta iniciativa. La basura nunca será popular.
Pero es muy importante afrontar los hechos con realismo. Las instalaciones de Son Reus gestionadas por Tirme son una infraestructura de primerísima categoría hoy infrautilizada. La gestión de las ecobalas y su reconversión en energía es una medida sólo alcanzable por las sociedades más avanzadas. Y por último hay que tener muy presente que Mallorca, en estos tiempos de crisis, tiene que desarrollar todo su potencial al máximo (dentro del respeto al medio ambiente) para obtener recursos. Así de claro.
Las coyunturas de depresión económica sacan el realismo de las personas a flor de piel. No valen los tapujos y las sensiblerías de los tiempos de la abundancia. Es preciso afrontar los hechos de hacer funcionar los recursos disponibles.
Sin embargo, este proceso de incineración debe hacerse con todas las garantías y sin el más mínimo margen de error. Siempre de forma moderada y sin crear alarmismos. La isla es un destino turístico de primera magnitud y su imagen tiene continuar impoluta, perfecta. Cabe exigir la máxima responsabilidad y profesionalidad a los responsables de Tirme en este proceso, siempre delicado y en medio de las inevitables quejas y protestas.
Pero dado el paso de incinerar con mesura, es imprecindible que Son Reus funcione con eficiencia. Conviene a toda la sociedad a la que sirve.