Estimada Ecotasa, reconozco que estaba ansioso con el anuncio de tu venida, a esta tu tierra, en la QUE permanecistes por un periodo breve, pero cuando te toco marchar, juraste que tu vuelta sería por la puerta grande y así ha sido.
Uno de julio, nuestras Islas de bote en bote, turistas y más turistas, aviones que no dejan de llegar, barcos de atracar y en medio de esta locura que es el verano en las Islas Baleares, vuelves con más fuerza que nunca, de donde dicen algunos que nunca te tenías que haber ido y otros que se refieren a tí como el principio de la siete plagas que asolaran nuestras Islas. A todo esto veo en los medios de comunicación, numerosas entrevistas a turistas y resulta que hay practicamente unanimidad, nuestros turistas estan casi encantados de pagar el impuesto, llueven los elogios, algunos hasta bromean “me tomare una cerveza menos y punto”.
Mejor imposible de verdad, sólo hay una pega, que al año que viene cuando vuelvan, que es lo que esperamos todos, probablemente nos pregunten que hemos hecho con el dinero recaudado y la respuesta no podrá ser ambigua, tiene que ser clara, con nombres y apellidos de los trabajos en pos del medio ambiente y restauración de nuestro Patrimonio, a donde hayan ido a para esos dineros. Si no es así, lo que podría pasar es que este buen rollito de este año, se convierta en frustación y empiecen a pensar si quieren ir a sitios, donde les toman el pelo.
En definitiva, si a que se utilice dicho impuesto a los fines que esperamos la mayoría y no a que haya la tentación de tapar algún agujero, por necesario que sea. El no prever esto puede ser una de las mayores irresponsabilidades que se puedan cometer y abogo porque eso no suceda.
Me despido ya Ecotasa, te tengo que confesar que dentro de mis planes de verano, no estaba el contar con tu presencia, ya que tengo verdadera alergia a los impuestos, creo más en los incentivos, pero si te vás a quedar con nosotros, esta vez de forma prolongada que sea para bien.
