La consellera de Presidencia y Administraciones Públicas, Antònia Estarellas, ha detallado en rueda de prensa los objetivos del plan, desarrollado en colaboración con las policías locales de los municipios y el Instituto de Seguridad Pública de Baleares (Ispib). El programa arrancará en celebraciones de gran afluencia como el Firó de Sóller, Sant Joan de Ciutadella y la Patrona de Pollença, con la intención de extenderse a más ayuntamientos tras el verano.
Estarellas, junto al coordinador del programa, Rafel Covas, ha alertado sobre el creciente número de incidentes graves en este tipo de eventos, entre ellos agresiones sexuales vinculadas a sumisión química, peleas con armas, intoxicaciones etílicas en menores y robos.
El plan incluye formación en centros educativos a través de policías tutores, capacitación especializada para agentes locales en el manejo de multitudes y la distribución de materiales preventivos, como tapas para vasos, para evitar casos de sumisión química. A partir de este verano, se empezará a registrar de forma específica este tipo de incidentes.
Covas también ha hecho un llamamiento a los ayuntamientos para que refuercen las dotaciones policiales durante las fiestas. “Queremos que el día después de una fiesta, los titulares hablen de lo bien que ha ido, no de cuántos detenidos ha habido”, ha subrayado.
El programa contempla, además, la revisión de la seguridad en locales y puestos de bebidas, así como formación para el personal que atiende las barras, muchas veces voluntarios sin experiencia previa. Se pondrá especial atención a impedir la venta de alcohol a menores, una práctica difícil de controlar, especialmente cuando adultos adquieren las bebidas para luego dárselas a los jóvenes.
Desde el Govern, Estarellas ha reafirmado el compromiso institucional con la seguridad y la prevención, destacando que muchas fiestas patronales han visto multiplicarse su afluencia en los últimos años.
POLICÍA TUTOR
Por su parte, el director general de Emergencias e Interior, Pablo Gárriz, ha valorado la labor de los policías tutores, que han sido clave para trasladar las inquietudes del ámbito educativo a la administración. “Unas fiestas seguras no son unas fiestas aburridas”, ha asegurado.
Los municipios que se sumen al programa deberán elaborar sus propios planes de actuación y reforzar la coordinación entre administraciones, algo que, según Covas, es esencial ante eventos cuya magnitud supera las capacidades locales.
El Ispib ya ha comenzado a trabajar con cuerpos policiales de diversos municipios para mejorar la respuesta ante aglomeraciones. En años anteriores se ha actuado en fiestas de fin de curso en el Port d'Alcúdia, y se ha colaborado en los dispositivos de seguridad de eventos destacados como Sant Joan en Ciutadella y el Firó de Sóller.