Buenos días a todxs. Seguramente cuando lean esto sea por la tarde o tal vez nunca lo lean porque el día uno de enero no es el más propicio para ponerse a mirar las noticias y mucho menos una columna de opinión de un mindundi como el que escribe y suscribe. Ya estamos en 2020. Por mucho que algunos se pongan tiquismiquis empezamos una década que promete y mucho.
A estas horas ya casi tenemos gobierno que no es poco. Falta que desde ERC den el visto bueno (o vist-i-plau) para que en esta España nuestra, nación de naciones y estado moderno donde los haya tengamos el primer gobierno de coalición de nuestra democracia que a pesar de ser tan joven con frecuencia huele a rancia y a cerrazón. Lo van a tener difícil para estar a la altura de las expectativas creadas y más teniendo enfrente a una derecha política y mediática que ha bebido de las fuentes de las peores derechas mundiales y que está cargada de odio, rencor y revanchismo.
El programa de gobierno presentado hace dos días por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias habla de una ley contra la discriminación LGTBI, una ley trans, la prohibición de las terapias de conversión, la garantía de la reproducción asistida para mujeres lesbianas o el pacto social contra el VIH/Sida así que este 2020 debemos de estar alegres y optimistas pero sin bajar la guardia ni un sólo momento porque ya sabemos que del dicho al hecho hay algo más que un trecho.
Y en Baleares en 2020 debemos seguir por la senda marcada. Esperemos que Mae de la Concha no nos dé más sustos y que Yllanes no vuelva a liarla. A ver si con esto de que los amigos indepes de MÉS tendrán mano en las decisiones del Gobierno en Madrid arreglamos algo de lo de AENA, el transporte ferroviario y esas cositas del REB que Francina Armengol no consigue desatascar y eso que en Madrid gobiernan los suyos. Esperemos que en el 2020 el Capitán Posidonio nos dé muchos más grandes momentos para echarnos unas risas,
En definitiva el 2020 nos promete grandes momentos. Vivámoslos con intensidad y mucho amor.
