Los promotores del referéndum sobre las terrazas de Palma no quieren que el asunto se politice, una posibilidad cierta especialmente en jornadas previas a unas elecciones generales como las del próximo 10 de noviembre. Los partidos de la oposición municipal, PP, Ciudadanos y Vox, acudieron a la presentación pública de la campaña que Restauración Mallorca realizó el pasado martes. Los miembros de la asociación de bares y restaurantes se sienten profundamente afectados por las decisiones del gobierno municipal, especialmente por la obligatoriedad de cerrar sus terrazas a las once de la noche en la zona de La Lonja de Palma.
La iniciativa pretende organizar un referéndum para que los ciudadanos puedan pronunciarse. Esta opción parece ser bien vista por la oposición municipal, pero bares y restaurantes consideran poco oportuno que el tema pueda ser utilizado políticamente y se radicalicen las posturas. Lo que quieren, en primera instancia, es que el propio ayuntamiento palmesano -que tantas veces se ha mostrado proclive a los procesos participativos- impulse el referéndum y acepte su resultado.
Bares y restaurantes no quieren que, como colectivo, se les alinee con ninguna opción política. Así se lo hicieron saber el lunes a dos miembros de Ciudadanos que se personaron en la reunión previa a la presentación que se iba a realizar el martes. Dejaron claro que las fidelidades políticas son personales, nunca como colectivo, además de muy variadas, ya que en el grupo tampoco faltan simpatizantes de los partidos del Pacte.