Incluso en el caso de que Vox se decante por la abstención, Prohens podría salir elegida presidenta en una segunda votación, dado que, previsiblemente, sumaría más votos a favor que en contra, tal como marca el reglamento que rige la constitución de las instituciones: es decir, los 25 sufragios de su grupo, el PP, y el del diputado de Sa Unió de Formentera. En total, 26 adhesiones frente a 25 votos desfavorables y la abstención de los ocho representantes de Vox.
Otra coyuntura, todavía más benévola para los populares, es que el partido presidido por Patricia de las Heras y cuya candidatura al Parlament fue liderada por Jorge Campos, apoye con un voto afirmativo la investidura de Prohens. En ese caso, la líder del PP ni siquiera necesitaría una segunda sesión plenaria para alcanzar la presidencia: sumaría los 26 votos propios (su partido más Sa Unió) y los ocho de Vox, cuatro por encima de la mayoría absoluta del hemiciclo.
VOX Y LA INVESTIDURA DE PROHENS
Ahora bien, recuperando el primero de los escenarios previstos, ¿puede considerarse la posibilidad de que Vox frustre la nominación de Marga Prohens en el caso de que la posición del PP pase por no negociar ningún tipo de gobierno conjunto entre ambas formaciones?
Por el momento, esta parece ser la hoja de ruta a la que se aferra el gran triunfador de las elecciones del 28M en Baleares. La propia Prohens ha asegurado que las urnas han deparado para su organización política esa "victoria contundente" que la candidata estuvo reclamando durante la campaña y gracias a la cual el PP se siente absolutamente legitimado para afrontar una legislatura gobernando en minoría, pero en solitario, y alcanzando acuerdos parlamentarios puntuales no solo con Vox, sino también con el resto de fuerzas políticas. En otras palabras, también con la izquierda.
EL PP PLANTEA UN EJECUTIVO MONOCOLOR
Esto es así porque la dirección balear del PP da por sentado que Vox no se atreverá en ningún momento a unir sus votos a PSIB, Més per Mallorca, Més per Menorca y Unidas Podemos (25 diputados, si se suma la representación de todos estos grupos) y descabalgar la investidura de Prohens.
Esa tesitura es en la que confía el PP para plantear un futuro Ejecutivo monocolor y sin Vox. Pero, ¿y si los cálculos de los populares están equivocados y Vox persiste en su empeño de exigir cuotas de poder a cambio de facilitar la proclamación de Prohens como presidenta?
EL MODELO DE CASTILLA Y LEÓN
A requerimiento de mallorcadiario.com, la formación ha declinado realizar ningún tipo de declaraciones al respecto, y prefiere no enseñar sus cartas más allá del criterio general que dio a conocer tras la jornada electoral: su modelo es el de Castilla y León, donde PP y Vox han pactado un gobierno estable que ha deparado la presidencia a los populares y la vicepresidencia a su socio de gabinete.
Dicho de otra forma, Vox, en principio, baraja una única fórmula para dotar de estabilidad al próximo Ejecutivo, y esa fórmula pasa por entrar a formar parte de un Govern encabezado por el PP. ¿Aceptaría otras contrapartidas? Y, en ese caso, ¿qué le podría ofrecer el PP a cambio de un apoyo que no supusiera compartir tareas de gobierno?
EN EL TABLERO, LA PRESIDENCIA DEL PARLAMENT
Evidentemente, liderar la Administración autonómica abre la puerta a un amplio abanico de opciones que poner sobre la mesa para compensar a un posible socio. La presidencia del Parlament podría representar una concesión apetecible, como también lo sería la presidencia de la Autoridad Portuaria de Baleares, cargo que, si bien es designado por el Gobierno central, es inicialmente propuesto desde Baleares.
Al mismo tiempo, hay que recordar que la CAIB asumirá las competencias de la Demarcación de Costas a partir del próximo 1 de julio. En realidad, el decreto de traspaso de estas atribuciones ya fue firmado por el Ministerio de Política Territorial y el Govern de les Illes Balears el pasado mes de noviembre, y, en virtud de este acuerdo, la Administración central se comprometió a dotar al servicio con una partida de 1,3 millones de euros y una plantilla de 18 trabajadores.
PACTOS EN EL CONSELL Y CORT
Más allá del Govern, los pactos postelectorales se juegan también en el terreno de otras dos instituciones: el Consell de Mallorca y el Ayuntamiento de Palma.
El escenario no es muy diferente: el PP es el partido más votado pero para alcanzar una mayoría absoluta estable necesita a Vox. Por ahora, las intenciones manifestadas por los populares en torno a sus aspiraciones de gobernar en solitario se han referido, esencialmente, al Ejecutivo autonómico, pero si se trasladaran también al gobierno insular y al municipal, la tesitura seguiría siendo la misma: ¿qué podría ofrecerle el PP a Vox a cambio de su apoyo para que Llorenç Galmés sea el próximo presidente del Consell y Jaime Martínez Llabrés, el nuevo alcalde de Palma, sin por ello compartir un gabinete estable?
EL CANDIDATO MÁS VOTADO
No obstante, en el caso de estas dos instituciones, la normativa introduce fórmulas diferentes respecto a la investidura de un presidente o presidenta del Govern. Si, en una primera tanda de sufragios, ninguno de los candidatos obtiene la mayoría absoluta, la vara de mando recae en el aspirante más votado, con lo que los candidatos del PP se asegurarían su nominación sin más intervinientes. Cabe recordar que la lista encabezada por Galmés logró 13 representantes en el Consell este pasado 28M y Vox, otros cinco. La mayoría absoluta está establecida en 17 consellers.
En Cort, la candidatura de Martínez Llabrés se hizo con 11 concejales que, sumados a los seis de Vox, excederían en dos regidores la cifra de 15 ediles que otorga la estabilidad a lo largo de la legislatura.
ÁREAS DE GESTIÓN
De todas formas, no faltan los observadores que barajan la posibilidad de que la negociación de la investidura de Prohens al frente del Govern se dilucide también en el tablero del Consell y de Cort. En ese sentido, no se puede descartar la hipótesis de que el criterio del PP respecto a la conformación del Ejecutivo no sea idéntico al que, supuestamente, aplique en los gobiernos de Mallorca y de Palma, abriéndose, por tanto, a la suscripción de un pacto estable con Vox que incluya la distribución de áreas de gestión.
¿Cuáles? Ese será el otro cascabel que habrá que ponerle al gato, porque resulta factible pensar que las posiciones de uno y otro partido no coincidan en este punto. Para Vox, si hacemos caso a las manifestaciones que de manera insistente han venido realizando sus dirigentes, la política educativa constituye una prioridad dado que está relacionado con algunos de los puntos más sobresalientes de su programa electoral.
No obstante, se hace difícil pensar que el PP vaya a ceder fácilmente un departamento tan estratégico y que, como se ha demostrado en épocas pasadas pero no excesivamente alejadas en el tiempo, es capaz de suscitar masivas movilizaciones de protesta.
ADELANTO DE LAS ELECCIONES GENERALES
En este escenario tan complejo, se ha colado otro elemento con el que nadie, o casi nadie, contaba, que no es otro que el adelanto de las elecciones generales anunciado este pasado lunes por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
La cita con las urnas está fijada para el 23 de julio (dentro de dos días, como se suele decir) y coincidirá en buena parte con las negociaciones de posibles pactos en Baleares y en otros territorios. Para un sector de analistas, Sánchez ha pretendido, con esta maniobra, hacer más incómodas estas conversaciones y situar a los populares en el brete de tener que compaginar sus expectativas de poder institucional con sus intereses en los comicios del 23-J, que no tienen por qué ser precisamente coincidentes.
LA ABSTENCIÓN DEL PSIB
En el otro lado de la 'avenida' política, los partidos de izquierda no parecen demasiado dispuestos a facilitar la investidura de Prohens. El PSIB ni siquiera "se plantea" una abstención, tal como dejó muy claro el que ha sido portavoz del Govern esta legislatura, Iago Negueruela, tras la reunión de la comisión ejecutiva socialista que tuvo lugar el día después de la jornada electoral.
Muy al contrario, la intención de la formación liderada por Francina Armengol es, en palabras de Negueruela, liderar la oposición estos próximos cuatro años "para que ninguno de los derechos conquistados se vea afectado".
MÉS CARGA CONTRA LOS "NEOFALANGISTAS"
En el bando de Més per Mallorca, su candidato, Lluís Apesteguia, ha afirmado que, en la medida de sus posibilidades, este partido "no permitirá que los neofalangistas (supuestamente, en referencia a Vox) accedan a las instituciones de gobierno".
Por el contrario, Apesteguia se ha curado en salud y ha advertido que el apoyo que podría recibir Prohens por parte de Més en forma de abstención no representaría un margen suficiente para que el PP presida el Govern sin depender de los diputados encabezados por Jorge Campos. Además, el dirigente ecosoberanista ha expresado sus dudas acerca de la estrategia que pretenden seguir los populares, de los que ha asegurado ver más cercanos a Vox que a las fuerzas que Apesteguia llama "democráticas".
CALENDARIO
Por otra parte, aunque tan solo han transcurrido tres días desde las elecciones autonómicas, insulares y municipales, saldadas con el triunfo del PP y la consolidación de Vox como partido claramente emergente, el calendario marca unos plazos muy ajustados con vistas a la constitución de las diversas instituciones.
Pero vayamos por partes. La primera sesión de investidura tendrá lugar en los ayuntamientos. El sábado 17 de junio, el candidato del PP, Jaime Martínez Llabrés, puede salir elegido alcalde de Palma.
En cuanto al Parlament, sus 59 diputados han de tomar posesión de sus escaños en un plazo máximo de 30 días tras la celebración de los comicios. Eso supone que esa sesión debería tener lugar, como muy tarde, el 27 de junio, y, a continuación, se abrirá el turno de la votación del presidente de la Cámara y del resto de integrantes de la Mesa.
INVESTIDURA, A PRINCIPIOS DE JULIO
Una vez culminado este proceso, habrá que abordar la convocatoria de la sesión de investidura, que, tomando como referencia la fecha ya indicada (27 de junio) debería tener lugar, como muy tarde, el 4 de julio, es decir, con un máximo de 15 días de diferencia en relación a la constitución del Parlament.
En caso de que sea necesario agotar las dos votaciones, la última, y presumiblemente la definitiva, se realizaría dos días después, el 6 de julio, con la mayoría simple como único requisito para designar a la que, con toda probabilidad, será la nueva presidenta balear, Marga Prohens.
EL PP REÚNE A SU EJECUTIVA
Solo quedará entonces una última estación en este recorrido: la constitución del Consell de Mallorca, con la presumible investidura de Llorenç Galmés. Eso ocurrirá también a principios del mes de julio.
Queda, pues, poco tiempo para concretar todo este 'juego de tronos' de la política balear, y, en cambio, son muchas las incógnitas que se deben despejar. Este pasado martes, Prohens viajó a Madrid para tomar parte en la reunión del comité nacional desarrollado bajo la presidencia de Alberto Núñez Feijóo.
El órgano que reúne a la cúpula popular tiene la misión de diseñar el rumbo a seguir a nivel de pactos, tanto en Baleares como en otras comunidades. Los resultados de esa reunión serán comunicados por Prohens, este jueves, con ocasión del comité ejecutivo regional. Será entonces cuando empiece a deshojarse la margarita, pero tan solo por uno de sus tallos.
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