Baleares, en riesgo de convertirse en un escaparate sin habitantes

La crisis habitacional que afecta a Baleares, no es una consecuencia inevitable del éxito turístico, sino el resultado de decisiones políticas y económicas que han priorizado el beneficio inmediato sobre el interés colectivo. El artículo de opinión titulado "¿Hacia la segunda balearización?", de Gabriel Escarrer Jaume, publicado en este digital, pone el foco en una de las causas más evidentes y urgentes: la proliferación del alquiler turístico en edificios plurifamiliares, que ha distorsionado gravemente el mercado residencial. ​

Desde 2015, las plazas de Viviendas de Uso Turístico en Baleares han crecido un 135%, mientras que las hoteleras apenas un 5%. Esta expansión descontrolada ha reducido drásticamente la oferta de vivienda para residentes, disparando los precios del alquiler hasta un 50% por encima de la media nacional. El resultado: jóvenes que no pueden emanciparse, trabajadores esenciales que rechazan empleos en las islas por falta de alojamiento a precio razonable, lo que genera una creciente sensación de expulsión entre la población local

La situación ha generado movilizaciones sociales que evidencian el descontento y la frustración de los residentes. Miles de personas han salido a las calles, exigiendo políticas que favorezcan el acceso a la vivienda y que frenen la especulación inmobiliaria. El Govern de Marga Prohens ha entendido que, si no se actúa, la situación de la vivienda empeorará y habrá más protestas.

Es hora de que las instituciones asuman su responsabilidad y adopten políticas valientes: prohibir el alquiler turístico en edificios plurifamiliares, reforzar la inspección contra la oferta ilegal y ampliar el parque público de vivienda. No se trata de demonizar el turismo, sino de reequilibrarlo para que no devore el tejido social que lo sostiene. ​ Por más que la patronal de viviendas vacacionales Habtur pretenda eludir su responsabilidad y endosársela a la industria hotelera, el alquiler turístico descontrolado está detrás de la crisis habitacional. En los hoteles nunca han vivido ciudadanos residentes. En pisos que ya no se alquilan, sino a turistas, sí.

La "segunda balearización" no es solo una metáfora; es una advertencia. Si no se corrige el rumbo, Baleares corre el riesgo de convertirse en un escaparate sin alma, donde sus propios habitantes no tienen cabida. El momento de actuar es ahora.

Suscríbase aquí gratis a nuestro boletín diario. Síganos en X, Facebook, Instagram y TikTok.
Toda la actualidad de Mallorca en mallorcadiario.com.

2 respuestas

  1. Vámonos! Mallorquines : vámonos! …. antes de que nos sintamosunos pobres indigenas sin tierra. El disfrutar de Mallorca será pronto algo sólo al alcance de los que toda su vida se organiza por internet. Mallorca para el Mundo. Los mallorquines extinguidos.

  2. Discrepo en el diagnostico. Discrepo en que el hotelero Sr. Escarrer, dada su evidente parcialidad, sea la persona más adecuada para hacer ese diagnóstico. Discrepo en ver y analizar el problema como algo local, cuando ocurre lo mismo en todas las ciudades turísticas del país.
    Hacen falta sociólogos y gente sensata para encarar el problema, y desde una óptica pragmática empezar a buscar soluciones realistas. Todo lo demás son tópicos, fanfarrias y » volades de coloms»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más Noticias